Los dinosaurios siempre han sido una fascinación para el ser humano. Pensar que en la misma Tierra que ahora habitamos, hace millones de años existían esos animales que parecen de ciencia ficción los hace intrigantes y atractivos. Entre todos los dinosaurios que poblaron el planeta, el Triceratops es uno de los más conocidos, pero quizás no lo sepamos todo sobre ellos. Por eso, aquí os traemos una serie de curiosidades sobre nuestros cornudos (en el buen sentido) amigos.
7 curiosidades sobre el Triceratops, nuestro cornudo amigo


7. Un nombre erróneo pero verdadero
A pesar de que fue bautizado como Triceratops, que significa "cara con tres cuernos", en realidad solo los dos que se encuentran en la frente son cuernos, mientras que el que está más próximo a la nariz está hecho de otro material. Además en 2010 se puso en duda su existencia, ya que unas investigaciones del científico Jack Horner apuntaban a que el Triceratops y el Torosaurus eran el mismo dinosaurio. Sin embargo, como el nombre Triceratops fue registrado primero, fue el que quedó.

6. Un animal muy cabezón
Y no lo decimos porque sea como ese amigo que se pone pesado tratando de demostrar que sabe más que tú, sino porque del total de entre 8 y 9 metros que medían de largo, la cabeza de estos animales podía alcanzar hasta los 2,5 metros de longitud. Como rasgo distintivo en su cráneo, también encontramos una cresta sobre la que los científicos no se ponen de acuerdo en cuanto a su uso: mientras unos sostienen que se usaba para intimidar, otros creen que sólo era un elemento de unión de la mandíbula con el resto de la cabeza. Aun así, sí que podemos decir que era un poco cabezón en el otro sentido, ya que se resistía a desaparecer y fue uno de los últimos en extinguirse.

5. Cuernos en evolución
Durante muchos años, la observación tan solo de Triceratops adultos no permitió notarlo, pero después de examinar fósiles de ejemplares jóvenes, los científicos llegaron a la conclusión de que este dinosaurio nacía con los cuernos puntiagudos y rectos, y que con la edad se retorcían hacia atrás. También existe controversia por el uso de estos cuernos, ya que aunque algunos apuntan a que se usaban como forma de intimidar, otros afirman que era una característica de selección sexual, y por tanto sólo sobrevivían los ejemplares con cuernos más grandes y afilados.

4. Orgullo de los quiroprácticos
Aunque siempre se ha pensado que tenían las patas delanteras en un ángulos similar al que observamos hoy en día en los cocodrilos, se ha descubierto analizando sus huesos que en realidad tenían una postura más erguida, similar a la de un rinoceronte. Seguro que así no tenían que pasar por el fisioterapeuta tan a menudo por problemas de espalda.

3. Un bisonte más que peculiar
Los primeros fósiles de Triceratops, que fueron descubiertos por el paleontólogo Othnel Charles Marsh, fueron confundidos en un principio por bovinos prehistóricos de gran tamaño, pero tras una concienzuda observación se determinó que pertenecían a un dinosaurio. Como anécdota, en 1889, uno de los asociados de Marsh, John Bell Hatcher, al tratar de desenterrar un cráneo de Triceratops le ató un lazo al cuerno, pero al hacer fuerza, lo partió.

2. Su gran enemigo, el T-Rex
Las batallas entre el Tyrannosaurus Rex y el Triceratops eran comunes, y se ha observado que en los casos en los que el T-Rex había salido vencedor había sido porque había logrado hincarle el diente o se había aprovechado del delicado tejido muscular de la cara de los Triceratops. Por el contrario, en las batallas entre Triceratops, las heridas más frecuentes eran cornadas en las cavidades oculares y la base de la cresta.

1. Triceratops, fenómeno de masas
Este dinosaurio, como ya hemos comentado, es uno de los más conocidos por el público general, lo que le ha llevado a ser el "fósil oficial" del Estado de Dakota del Sur, y el "Dinosaurio del Estado" en Wyoming, ambos en Estados Unidos. A los americanos parece que se les ha ido un poco de las manos el fenómeno fan. Además, el precio del cráneo de un Triceratops se ha disparado, ya que mientras en 1997 costaba unos 2.500 dólares, hoy día hay que multiplicar ese precio por 10 para poder tener uno de esos ejemplares.
Después de este pequeño repaso sólo queda decir, ¿aún no eres un fan de los Triceratops? ¿A que esperas para comprar un cráneo de este dinosaurio en tu tienda más próxima?









