Cuando el agujero de la capa de ozono se convirtió en un verdadero problema, hace 25 años, la Unión de Científicos Preocupados lanzó una carta advirtiendo la situación. En esa ocasión, la alerta fue firmada por 1700 científicos. A pesar del daño irreversible en la capa de ozono, la sociedad mundial tomó conciencia sobre la problemática y comenzó a actuar para no profundizar el daño.
15 mil científicos advierten sobre el destino de la humanidad: acciones para cambiar nuestro rumbo

Eso sucedió en 1992. Hoy, 25 años después, la Unión de Científicos Preocupados vuelve a publicar una carta de advertencia. Pero en esta ocasión, son 15 mil los científicos que la firmen y que piden ayuda.
Según la carta «si el mundo no actúa pronto, habrá una pérdida catastrófica de la biodiversidad y cantidades incalculables de miseria humana». Pero la carta no busca solo transmitirnos malas noticias, sino que, a través de los hechos actuales, motivarnos al cambio. The Independent explicó que «el agujero de la capa de ozono ha mejorado desde la primera carta, y esta nueva carta insta a la humanidad a usarla como ejemplo de lo que puede suceder cuando se actúa de manera decisiva».
«Debemos reconocer, en nuestra vida cotidiana y en el gobierno, que la tierra es nuestro único hogar», agregaron desde la organización y explicaron que «la humanidad está recibiendo un segundo aviso. Estamos poniendo en peligro nuestro futuro».
Pero ¿qué podemos hacer para frenar este daño?

Hay diferentes acciones que se pueden tomar para terminar con el daño que le estamos haciendo al planeta. Algunos están al alcance de nuestra mano, otros refieren más a los gobiernos y a las grandes empresas.
- Reducir las emisiones de efecto invernadero.
- Ser prudentes con el crecimiento de la población.
- Restaurar los ecosistemas.
- Terminar con la defaunación.
- Utilizar energía renovable.
- Proteger el medio ambiente y, sobre todo, los hábitat naturales.
- Evitar la contaminación (desde las fábricas de carbono hasta no desechar plástico cuando se puede reutilizar).
Algunas acciones (como reducir los gases del efecto invernadero) parecen muy lejanas para cada ciudadano. Pero hay otras acciones que se pueden realizar en la rutina diaria y que, si todos las repetimos, pueden cambiar el rumbo. Cuidar el medioambiente, reutilizar y reciclar, utilizar energías renovables, optar por lo sustentable: son pequeñas acciones, pero que pueden cambiar, realmente, al mundo y a su destino.
¿Por qué esta segunda advertencia?
Pasaron 25 años desde que la Unión de Científicos Preocupados publicó la primera carta. ¿Por qué ahora vuelve a emitir un comunicado?
Porque desde 1992, la cantidad de agua dulce per cápita disminuyó un 26 %; porque las zonas contaminadas en el océano han aumentado en un 75 %; porque aumentó la temperatura del planeta y porque las emisiones de carbono también aumentaron -estas provocan un mayor calentamiento global-; porque la población aumentó un 35 % y los recursos siguen siendo los mismos, además de ser finitos; y porque tenemos un 29 % menos de seres vivos (sin contar a los seres humanos).
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