Prepárate para sorprenderte con lo que estás a punto de leer, ya que estas 12 creencias comunes sobre los animales son completamente falsas o las entendemos bastante mal. Te apostamos que muchas de ella forman parte de tu acervo intelectual… y no deberían.
12 mitos sobre animales que creíste que eran verdad pero NO lo son

#1 Los perros y los gatos ven peor que los humanos
Por alguna razón, muchas personas están seguras de que los animales de compañía más populares no tienen una vista tan buena como la muestra, pero esto es una gran mentira.

Es cierto que son más sensibles a colores como el verde y el azul, pero en general perciben muy bien el entorno y tienen una vista nocturna extraordinaria.

Los gatos en especial tienen la capacidad de distinguir formas y colores en la oscuridad, ya que sus ojos son más sensibles a la luz que entra a través de la retina, sea mucha o poca.

#2 Las abejas sólo pueden picar una vez
Esta mentira es un clásico de la cultura popular, ya que según nos ha enseñado la vida, las abejas mueren después de picar a sus víctimas y por eso sólo pueden hacerlo una vez.

Esto no es exactamente cierto, ya que el único tipo de abeja con el que pasa esto es la mielera. Pero hay cientos de especies diferentes de abejas, así que es una verdad a medias.

#3 Los patos no pueden volar
Generalmente se piensa que el lugar ideal para los patos es un lago o estanque, pero también puede ser el cielo en algunos casos.

Ciertas especies de patos salvajes pueden volar a una velocidad de 50 km por hora, así que no sólo son capaces de elevarse sobre los aires, además lo hacen bastante rápido.

#4 Si tocas a un pajarito recién nacido su mamá lo rechazará
Si toda tu vida te has alejado de los nidos para evitar que ocurra este drama familiar de la naturaleza, lamentamos decirte que tu esfuerzo fue en vano.

Es completamente falso que al tocar a un pájaro recién nacido vayas a impregnarlo con tu olor y su mamá ya no quiera alimentarlo.

Sobre este mismo tema, es buen momento para que te enteres que las aves no tienen un sentido del olfato muy desarrollado que digamos. Para ellas sería muy difícil distinguir el aroma característico de un humano.

#5 Los leones machos son perezosos
¿De dónde habremos sacado la idea de que el rey de la selva deja que sus reinas hagan todo el trabajo y ellas consigan el alimento para la manada?

Estudios recientes han encontrado que el león macho también es cazador, sólo que ataca a sus presas de manera solitaria. Así que es mucho más discreto que las hembras que cazan en grupo.

#6 Las hembras son las únicas que se embarazan
¿No sería increíble que los hombres pudieran tener a los bebés en vez de nosotras? En el mundo humano esto es una fantasía, pero en el reino animal es algo que sucede con una especie muy particular.

Se trata del caballito de mar o hipocampo, cuyos machos tienen una bolsa o marsupio donde las hembras depositan sus huevos.
Una vez que los tienen dentro, los fertilizan e incuban durante 45 días. Pasado ese tiempo pueden dar a luz a una prole bastante extensa. Entre 100 y 200 caballitos de mar nacidos de papá.
#7 Los murciélagos son ciegos
Esta creencia es todo un malentendido que surgió porque a los murciélagos les gusta cazar en la oscuridad, ya que tienen una capacidad increíble llamada ecolocalización.

Esto significa que pueden ubicar la posición de sus presas a través de sonidos que ellos mismos producen y que rebotan en las paredes de las cuevas. Algo totalmente sofisticado.

Pero el que puedan hacer esta maravilla no significa que sean ciegos. De hecho, su vista se parece a la de cualquier otro roedor.

#8 Los peces dorados tienen una memoria de tres segundos
Si esto fuera verdad, los peces dorados no podría hacer prácticamente nada en la vida (aunque tampoco es que vivan mucho que digamos).

De acuerdo con investigadores de la Universidad de Plymouth, su memoria es de al menos tres meses, más que suficiente para poder entrenarlos.

#9 Los camellos almacenan agua en sus jorobas
Esta idea la tenemos tan arraigada que seguro crees que te estamos engañando, ¿verdad? Es duro afrontarlo, pero lo que realmente almacenan los camellos en sus gibas es grasa.

Esta grasita les sirve para no morir de hambre cuando vagan en el desierto durante días, lo cual es casi tan importante como no morirse de deshidratación.

El agua que beben en realidad la almacenan en su torrente sanguíneo, el cual puede acumular unos 20 galones de líquido como “reserva”.

#10 Los camaleones se mimetizan con su entorno
Este dato está mal entendido por la mayoría de las personas, ya que los camaleones sí cambian de color, pero no lo hacen para disfrazarse o mimetizarse.

Es posible ver un camaleón de color verde y confundirlo con un entorno de hojas o arbustos, pero la mayoría de las veces estos reptiles cambian su tono de acuerdo a sus emociones, no al lugar donde se encuentran.

Si están enojados o agresivos seguramente se pondrán más oscuros, y si tienen mucho calor su piel tomará un tono más pálido.

#11 Los avestruces entierran su cabeza en la tierra
Sabemos que estás impactado, pero este también es un mito que debes dejar de creer. Lo que realmente hacen los avestruces es agachar su cabeza y cuello, y pegarlos lo más cerca posible del suelo.

Con este comportamiento buscan hacerse menos visibles para que sus depredadores no las encuentren tan fácilmente. Pero de eso a que metan la cabeza bajo tierra, es algo muy distinto.

#12 Los toros se enojan cuando ven el color rojo
Totalmente falso. De hecho los toros son daltónicos y no pueden distinguir este sangriento color que tienen los capotes de los matadores.

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