Les preguntamos a diferentes personas cuáles les parecían que eran los hábitos más molestos en el cine.
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Y esto fue lo que nos contestaron. ¡Seguramente te identificarás con más de uno!
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Dejar el móvil encendido. Laura Polosky, profesora de yoga de 31 años, dijo que lo peor que le puede suceder en el cine es estar en medio de una escena de absoluto suspenso, y que suene el móvil de alguien en la sala con un ‘ringtone’ de caballitos/grillitos/patitos...
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Apoyar los pies en el asiento delante del tuyo. “La última vez que fui al cine, una adolescente apoyó sus malolientes zapatos en mi cabecera. Tuve que darme vuelta y pedirle que los sacara”, nos contó, indignado, Manuel Marmarides, estudiante de 26 años.
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‘Spoilers’. Que hayas visto la película dos veces no te da derecho a revelar lo que sucederá en voz alta, para que todos a tu alrededor te escuchemos.
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Evita frases como “no sabes lo que pasará ahora”, “¡Ay! Lo que se viene” y otros ‘spoilers’.
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Comentar tooodo con tu amiga. Sí, ya sabemos que el protagonista es un bombón, pero no hace falta que se entere toda la sala.
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Tampoco empieces a quejarte por escenas violentas o desagradables: tu rumoreo permanente es súper fastidioso.
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Levantarte. Ve al baño antes de que comience la función y, si bebes líquido durante el ‘film’, aguántate hasta el final. ¡No tienes cinco años!
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Si te levantas en medio de la película y atraviesas toda la fila, te veremos por más de que te encorves y camines en cámara lenta para disimular.
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Llevar al bebé. Sandra Butelman, médico de 42 años, declaró que ella nunca lleva a sus niños a ver una película de adultos. "Una vez, había un bebé que terminé odiando: entre los gritos, llantos y el tintineo de sus juguete, ¡era imposible concentrarse!", relató.
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Estirarte. ¡No es una clase de yoga! Si necesitas desperezarte luego de un día intenso, hazlo antes de que comience el filme.
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La gente no paga la entrada para ver cómo haces el saludo del sol.
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Hacer ruido con la comida. Nadie dice que no comas tus dulces o tus nachos con queso, solo procura que no se entere el resto.
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No necesitamos oír tu ‘crunch crunch’ cada vez que masticas, o el ‘plum’ cuando abres la bolsa de ‘snacks’.
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Roncar. Si la película es súper aburrida, tienes vía libre para tomarte una siesta. ¿Quién no lo ha hecho alguna vez?
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Pero tampoco vayas tan lejos: hay otras personas que quieren escuchar la banda de sonido de la película, ¡y no tus ronquidos!
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Reglas de etiqueta. No son un montón, pero son básicas: respetar a los demás implica no hacer ruidos, ni movimientos molestos.
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Pero son muchas las cosas que sí puedes hacer, como reír a carcajadas, aplaudir al final y hasta sacarte una ‘selfie’ (antes de que comience el ‘film’).
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Así podrás disfrutar del espectáculo. ¡Que empiece la función!