¿Tienes una mejor amiga? No olvides decirle estas cosas

A ti, mejor amiga…

A ti que cuando te conocí me caías realmente mal y con la que nunca pensé llevarme realmente bien, tengo algo que decirte:

Se que quizá  no nos estamos viendo como solíamos hacerlo, de hecho reunirnos es una verdadera odisea pero la verdad es que nuestra amistad sigue intacta. Eres una de las personas más importantes en mi mundo y quiero que eso siga siendo así.

Más que una amiga eres mi hermana

Me has enseñado muchas cosas importantes -y otras no tanto- pero siempre has estado ahí, para regañarme o aplaudirme, para soñar a mi lado, para secarme las lágrimas o para secártelas a ti, pero siempre juntas.  

Hemos madurado juntas, no importa cuántos años hace que somos amigas porque lo que crecí junto a ti, desde las rupturas más dolorosas pasando por los momentos más ridículos hasta la felicidad más extrema, ha sido increíble.

Conoces mi humor, mis caprichos, mis toc, lo que me gusta, lo que me entristece, lo que me duele y lo que me alivia. Sabes quién es mi gran amor y sabes por qué hago lo que hago. Eres mi cómplice.

Dicen que juntas no nos para nadie

Todos temen cuando nos reunimos porque nadie se salva, temen porque saben de lo que somos capaces de hacer cuando estamos juntas.

Dicen que juntas somos dinamita, que somos el gordo y el flaco, que somos Paul McCartney y John Lennon o que somos como Fidel Castro y el Che Guevara. Dicen todas esas cosas porque saben que tanto tú como yo, matamos por la otra.

Contigo pude tener los anhelos más locos y las historias mas histriónicas de mi vida, ¿cómo no vamos a ser dinamita si a tu lado puedo ser yo misma?

Tus consejos

Tengo que confesarte que por momentos, parece que estuviera hablando con mamá, y por otros, parece que hablo con la voz de mi conciencia. Tu forma de aconsejar tan peculiar me ha dado vuelta la cabeza en más de una oportunidad, pero sin lugar a dudas han sido los mejores que me has podido dar.

Inclusos esos consejos que me hacían llorar o esas opiniones que no quise escuchar, fueron los mejores. Entiendo que era necesario que lo dijeras, tu deber como hermana era ese.

Ante todo, juntas

A pesar de que sabías que me estaba equivocando no me ibas a dejar sola, ibas a seguir ahí, firme, para insultarme, alentarme, abrazarme y llorar junto a mi. Pero, eras la única que podía hacerlo, ¡cuidado de quien fuese a acercarse a mí para hacerme daño! Porque con lo primero que se iban a encontrar, era con una pared de concreto tan especial como la vida misma.

Has sido la primera en regañarme y la primera en defenderlo, por encima de todo y de TODOS, tú y yo, siempre juntas.

Mis memorias

Cada uno de mis recuerdos, aún en aquellos en lo que no estás, tienen algo que ver con nuestra amistad.

Has participado de mis humillaciones más grandes, has estado ahí cuando me desilusionó mi primer amor, el segundo amor y el tercero. Me viste llorar de felicidad, de tristeza, por hambre, por amor. Me viste borracha, enojada, avergonzada y loca.

Me viste recibida, vestida de gala, de pijama y de linyera. Conoces todos mis estados emocionales y mis más profundos secretos.

En casa de mis padres, eres una más. En mi casa, eres la tía de mis hijos, la cuñada de mi novio y mi hermana de la vida. Mi eterna compañera de aventuras, tú.

Ahora olvídate de todo lo bonito que te dije y vuelve a ser la misma perra irónica de siempre.

Algo que siempre nos pasa…  conversaciones con tu mejor amiga ¡¡Borracha!!