Estuvieron 50 años juntos pero recién ahora podrán casarse

Australia hizo historia cuando, el 15 de noviembre, la población votó por legalizar el matrimonio igualitario. Seguramente hayas visto las reacciones en Twitter y las fotos de parejas llorando de felicidad porque, por fin, van a poder cumplir sus sueños de casarse con las personas que aman. Fue un día muy emocionante para la comunidad LGBTI del país, pero, en especial, para dos personas: John Challis y Arthur Cheeseman, una de las parejas gay más longevas de Australia.

John y Arthur se conocieron en la Galería de Arte en New South Wales en 1967, una época donde la homosexualidad no era tan aceptada como ahora y fueron testigos de los cambios en la percepción de la sociedad con respecto a la comunidad LGBTI. Ahora, con 89 años y 85 respectivamente, van a poder ir al registro civil y casarse con el amor de sus vidas.

La esperanza no muere

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John y Arthur vivieron durante una época difícil para las personas LGBTI, pero nunca dejaron que eso los detuviera. De hecho, durante el gobierno del primer ministro John Howard, Challis comenzó su carrera como activista de la comunidad, pidiendo que las relaciones del mismo sexo fueran reconocidas y que prohibieran la discriminación financiera contra ellos.

Sin embargo, el matrimonio igualitario no era un tema demasiado importante para ellos. En una entrevista con The Global Mail, él explicó:

«Mi sentimiento era que, como otros ancianos gay, el matrimonio tiene muchas connotaciones religiosas, así que dejen que ellos lo tengan, nosotros estaremos satisfechos con una unión civil, pero toda la naturaleza del matrimonio ha cambiado y ha evolucionado».

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Un editorial de 2012 cambió su idea del matrimonio por completo. Decía que esa unión ya no era algo exclusivo de la religión, sino que se trataba de un contrato legal que debería estar disponible para todos. «Eso me abrió los ojos», agregó a Mashable. «Pensé: "Es cierto. Mi relación con Arthur debería tener el mismo reconocimiento que cualquier otra relación" y en ese momento me convertí en activista por el matrimonio igualitario».

Una de las razones más importantes por las que querían casarse era por la edad. «En el caso de Arthur, si yo muriera, él no heredaría nada. Va directo al gobierno y eso me preocupaba mucho [...] me parecía muy injusto que no tuviera los mismos derechos que una esposa y así empecé a hacer campaña», explicó a Mashable.

Requirió de mucho trabajo y no pensaron que podrían ver este cambio mientras estuvieran con vida, pero después de cinco años de activismo y mucha esperanza, John de 89 años y Arthur de 85 están planeando su boda, que tendrá lugar en enero.