¿Estamos destinados a repetir la historia de nuestros ancestros? Entra aquí y averígualo

¡Incluso lo que no sabemos de nuestra historia familiar podría influir!

La psicóloga Anne Aracelin Schützenberger desarrolló la terapia transgeneracional luego de encontrar patrones de repetición conductual entre sus pacientes y sus ancestros. Notó que en varias familias habían historias que se repetían y descubrió que cada una de ellas se había programado de forma inconsciente para repetir los patrones.

Esta repetición se da a raíz de las lealtades invisibles. Es una suerte de vínculo irrompible intrafamiliar, motivado por el amor y el respeto. Este vínculo hace que cada uno de nosotros estemos destinados a honrar a nuestros ancestros, de forma que repetir sus patrones es una forma de rendirle tributo.

Durante las investigación para desarrollar esta teoría, la doctora Schützenberger identificó varios casos en los que cada familia tenía su propia patología y repetía hechos brutales. Como  por ejemplo, una familia en la que los hombres sufrían un accidente de tránsito en el primer día de clases de su primogénito; u otra familia que durante 5 generaciones las mujeres se volvían bulímicas a los 13 años.

La explicación para este fenómeno son estas lealtades arraigadas de formas inimaginables. Sin embargo, los secretos familiares son las razones más fuertes de estos casos. Cada familia es un mundo, y como tal cada una tiene sus zonas de oscuridad en la que ocultan los incestos, el alcoholismo, los abortos, muertes trágicas y todos esos acontecimientos que no quieren sacar a la luz. Estos vacíos causan heridas secretas, zonas de oscuridad que propician a la persona a honrar a su antepasado.

¿Los secretos familiares nos marcan sin saberlo?

Una niña de 4 años tenía la misma pesadilla en la misma época del año, en la que se veía perseguida por un monstruo. Esa pesadilla le desencadenaba una crisis asmática el 26 de abril. Cuando Anne Schützenberger conoce esta historia se remonta a la Primera Guerra Mundial, ese día las tropas alemanas atacaron las líneas francesas con gas tóxico; como resultados miles de soldados franceses murieron. Un familiar de esta niña murió durante ese ataque. La doctora le pide que dibuje al monstruo de sus pesadillas y la niña lo define como “unas gafas de submarinismo con una trompa de elefante”. Era efectivamente una máscara de gas de la Primera Guerra Mundial, lo asombroso es que la niña nunca había visto uno de estos artefactos o había tenido contacto con la historia de asfixia de su abuelo.

Este tipo de casos se relacionan con la posmemoria, una relación que no tiene barreras generacionales, en las que los eventos traumáticos pueden vivir en la memoria de quienes ni siquiera lo vivieron. Son una suerte de conectores que nos unen con nuestros ancestros.

Para identificar los conectores familiares se desarrolla la terapia transgeneracional, en la que se le pide a cada paciente que dibuje su árbol genealógico y marque todos los acontecimientos relevantes en su vida familiar. De esta forma se pueden establecer las relaciones entre nuestros ancestros y nosotros.

¿Y si no quiero repetir la historia?

Para que sea posible trazar nuestro propio camino y no repetir los mismos patrones que nuestros antepasados, es necesario conocer la historia que atraviesa a nuestra familia. Si somos capaces de percibir qué es lo qué estamos haciendo y por qué, no vamos a replicar los actos de otros, sino que vamos a escribir nuestra propia historia, libre de deudas o lealtades…

¿Y tú crees que esta teoría es posible?

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