Ver a una persona linda en el baile puede ser suficiente para despertar el interés de algunos en iniciar una conversación e intentar «algo más». Para otros, sin embargo, la apariencia influye un 0 % en la atracción sexual, y eso no tiene nada que ver con el gusto personal, sino con un factor más profundo: la falta de conexión emocional.
Algunas personas simplemente no pueden tener sexo casual (y hasta tiene un nombre)

Muchas de estas personas suelen definir su comportamiento con una frase bastante gastada: «no puedo estar con alguien solo por estar». No obstante, esta característica no es una mera elección (o excusa, como se podría pensar). Es, en realidad, un tipo específico dentro del espectro sexual.
Estas personas son llamadas demisexuales y necesitan mucho más que la atracción física para despertar su deseo sexual por alguien. Por eso, no es raro que una persona demi sienta la necesidad de tener una conversación profunda o establecer una relación más seria antes de tener una relación sexual con alguien.
Demisexualidad: la conexión emocional es importante para el sexo

La demisexualidad se caracteriza por sentir atracción sexual por otra persona solo si existe algún tipo de conexión emocional, psicológica o intelectual entre ambos.
«Siempre busco la amistad antes que nada, conocer a la persona y tal vez enamorarme, a pesar de que ya no es una prioridad para mí. Me encanta el hecho de que me siento orgullosa de que me hayan gustado todas las personas de las que me enamoré, aunque no haya sido recíproco», cuenta la estudiante de arquitectura Ana Claudia Leite, de 20 años.
De acuerdo con Christian Dunker, psicoanalista y profesor titular de la Universidad de San Pablo (USP), los demisexuales necesitan una conexión mental para sentir atracción sexual por otra persona por su necesidad de diferenciar la corriente tierna de la sensual con claridad.
La corriente tierna, en lenguaje psicoanalítico, habla sobre la autopreservación, el amor, mientras que la sensual se refiere al deseo sexual propiamente dicho. «El demisexual necesita mucho romanticismo, necesita que las dos corrientes estén muy separadas», dice el experto.
«Demoramos un tiempo y necesitamos conocer bien y que nos guste mucho la persona (tal vez incluso que la amemos) para sentir atracción sexual. Antes de eso, tener sexo es una experiencia desagradable para nosotros, los demisexuales», explica el estudiante Gustavo Favaretto.
La demisexualidad no es una elección

Un punto importante acerca de la demisexualidad es que la necesidad de conexiones emocionales para establecer atracciones sexuales no es una elección de quienes se identifican como demisexuales, sino que es algo intrínseco a ellos. «La mayoría de las personas interpreta eso de crear vínculos antes de tener una relación como una elección, nunca como una sexualidad. Y realmente no es algo que elegimos. Cuando las personas se dan cuenta de eso, de la complejidad de la demisexualidad, generalmente piensan que el asunto es bastante interesante», afirma Favaretto.
El joven de 18 años relata que, como comprendió su sexualidad desde los 14 años, siempre mantuvo noviazgos con pares que comprendían esa característica. «La persona ya entendía y conocía esa dificultad de atracción sexual mucho antes de que comenzara el noviazgo. En realidad, es algo que muchas veces se nota en las actitudes de la persona, cuando no siente atracción antes de crear vínculos emocionales. Yo nunca fui un buen mentiroso».
«Después de que me descubrí como demisexual, decidí contárselo a algunos amigos. La mayoría fueron superreceptivos y les pareció muy interesante. Pero sé que, en el fondo, creen que no es una forma de sexualidad, sino una excusa de alguien que no tiene cualidades suficientes para comenzar una relación seria o una excusa de una lesbiana reprimida. La gente no entiende, piensa que es una elección de alguien anticuado o puritano», confiesa Ana Claudia.
Orientación sexual vs. espectro sexual
Vale la pena resaltar que la demisexualidad no es una orientación sexual, dado que las personas que se identifican como demisexuales pueden sentir atracción tanto por hombres como por mujeres. De esa forma, hay demisexuales heterosexuales, homosexuales y bisexuales.
La demisexualidad es una forma de vivir la sexualidad según el espectro sexual, que varía entre dos extremos: el de los alosexuales, que sienten atracción por cualquier persona (considerados como el «estándar»), y el de los asexuales, que no sienten ningún tipo de atracción sexual.
«La demisexualidad puede expresarse a partir de una atracción a lo masculino o a lo femenino. La orientación del deseo habla de cuál es la fantasía a la que dirijo mi deseo. Solo no puede ser asexual», explica Dunker.
Relaciones y vida sexual

Quien piensa que los demisexuales no pueden formar relaciones ni mantener una vida sexual activa por su necesidad de vínculos emocionales fuertes antes del sexo se equivoca. Como para cualquier persona, la vida amorosa y la frecuencia sexual tienen altos y bajos.
«No necesariamente implica una vida sexual activa o inactiva. Un demisexual puede tener una relación estable y seria con alguien y tener una vida sexual activa. En mi caso, estoy en una relación seria hace un año y cuatro meses», cuenta Favaretto.
El estudiante continúa: «Pero eso tiene que ver con la personalidad también. El demisexual puede tener facilidad para crear vínculos y, en consecuencia, iniciar relaciones y tener sexo con la misma frecuencia o hasta más frecuentemente que un alosexual. Lo que puede suceder es que muchos terminan en una «sequía» por pasar mucho tiempo sin crear vínculos, sin enamorarse y, por lo tanto, sin tener sexo».
Eso fue lo que le ocurrió a Natália Abrantes. La estudiante de letras cuenta que desde los 15 hasta los 29 años se involucró con tres personas y tuvo un matrimonio de ocho años con una de ellas. Luego del divorcio, Natália llegó a instalar una aplicación de citas en su celular a pedido de sus amigas, pero confiesa no haberse adaptado al recurso.
«Al ser demisexual, eso no tiene mucho sentido para mí. ¿Cómo voy a sentir atracción por alguien de quien solo vi algunas fotos y una vaga descripción? Conmigo no funciona de esa forma. Si no estoy conectada emocionalmente con nadie, paso meses sin tener relaciones sexuales».
Presión social y prejuicios

Según lo que cuentan los demi, es común que amigos y conocidos los incentiven y hasta ejerzan algún tipo de presión para que tengan relaciones casuales (muchas veces por falta de comprensión de la cuestión).
«Frecuento bares y fiestas, y sí, siento mucha presión de otros para que bese a alguien o tenga sexo. Me tachan de “difícil” en muchas situaciones. Nunca me involucré con nadie en esos ambientes, incluso porque en esos lugares es muy difícil tener una conversación profunda con alguien», cuenta Natália.
Ese es uno de los estereotipos que las mujeres demisexuales suelen enfrentar. Los hombres también sufren por no ser «fáciles». «Charlando con algunos amigos demisexuales, vi que pierden la visión de masculinidad simplemente por no ser mujeriegos», dice Ana Cláudia.
De acuerdo con el profesor de la USP, los prejuicios acerca del comportamiento de los demisexuales están relacionados con dilemas personales de individuos que sienten rechazo por las situaciones que dificultan su propio placer. «La mera existencia de alguien que no se comporta como mi sexualidad ofende mi sexualidad. El otro no te obedece, no tiene las mismas fantasías que tú. Eso crea un conflicto», explica Dunker.
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Original Author: Maria Beatriz Melero Original Author URL: https://www.vix.com/pt/users/maria-beatriz-melero
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