Dicen que no hay nada que se pueda comparar al amor de mamá. Por suerte para quienes no han podido disfrutar, por diferentes circunstancias, de los cuidados y la atención de su madre, siempre en la vida hay figuras maternas que, si bien no pueden ocupar su lugar, nos marcan a fuego para bien.
5 figuras maternas que seguro tuviste y también te marcaron a fuego

1. La abuela

La abuela es como una mamá con superpoderes. Porque, además de querernos y cuidarnos casi como una madre, también tiene otras cualidades especiales: nos tiene más paciencia, le encanta darnos los gustos y suele ser menos exigentes con nosotros.
2. La tía
Lo que más me gusta de las relaciones con la tía es que es como nuestra mamá (después de todo, nació y creció en la misma casa y vivió cosas similares a nuestra madre), ¡pero con mucha más onda! Las tías suelen ser compinches y confidentes en quienes podemos confiar para ayudarnos a salir de casi cualquier problema en el que nos hayamos metido.
3. La maestra

¿Quién no recuerda con cariño a una maestra especial que fue casi como una madre? Quizás porque fue la que nos ayudó a perderle miedo a las matemáticas o quien nos consoló ese primer día de escuela en el que estábamos a punto de ponernos a llorar, o quien nos alentó a dar lo mejor de nosotros mismos.
4. La profesora
Mientras que la maestra suele ser más tolerante y amable, como una abuela, la profesora que encontramos en el instituto de secundaria se parece más a una tía, pues nos ayuda y aconseja durante una de las épocas más difíciles que nos toca pasar: la adolescencia.
5. La madre de nuestro mejor amigo o amiga

Tenemos que reconocerlo: más de una vez deseamos que la madre de nuestro mejor amigo o amiga fuera nuestra madre, aunque sea por un día. ¡Lo más gracioso es que nuestro mejor amigo probablemente también desearía que nuestra mamá fuera su madre por un día!
Y a ti, ¿cuál de estas figuras maternas te marcó a fuego? ¡Comenta!
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