1. Hacer  que nuestra casa huela rico es algo bueno por muchas razones, pero creo que la principal es por el sentimiento de bienestar que nos da.  Cada vea que olemos algo se manda una señal al cerebro donde se desata un pensamiento, un sentimiento, un recuerdo, algo.

    ¿Qué pasa cuando hueles café el la mañana? Sí, cuando tu cocina se llena de ese aroma espectacular y hace una conexión tu cerebro. Te levantas de la cama y sabes que hay un día increíble por delante. ¿O cuándo pasas por una panadería y hueles el pan recién hecho? Tal vez te recuerda a la cocina de tu casa cuando eras niña, niño. O tal vez  a la cocina de la casa de tu abuelita, o de una tía. Cada olor nos lleva a algo, nos transporta, hace volar nuestra mente, nuestra imaginación.

    Por eso el que la casa huela rico y tenga siempre un olor, es muy importante. Es llegar a tu espacio, es decirle a tu mente, “listo, estamos en casa, a relajarnos o a estar en paz”. Ese olor nos puede ayudar a activar la paz y felicidad cuando ponemos un pie en nuestra casa. Pero hay que tener cuidado.

    Actualmente hay muchos aromatizantes para la casa, que además de sólo enmascarar el olor, nos hacen daño. Estos químicos que hacen que nuestro hogar huela a vainilla, canela u otros, son los mismos que tienen  usos industriales. La verdad que es algo que yo quiero fuera de mi casa y de la vida de mis hijos. Por eso estas cinco ideas para aromatizar la casa son mis preferidas.

    Primero hay que abrir ventanas y dejar que el aire corra, esta es la mejor manera de limpiar el aire. Además de limpiar el aire y dejar salir olores indeseados, se limpia la energía de la casa. Es como ponerle pilas nuevas a un aparato, el sentir el aire fresco y limpio nos hace querer pararnos, sacudir la flojera y llenarnos de energía.

  2. Hervir pedazos de canela. Esto me hace sentir como en una cabaña en la nieve, viendo por la ventana, chimenea prendida, me hace sentir bien. La casa huele super rico, el olor a canela hace que la memoria se nos active, o sea que nos vamos a acordar de todo lo que tenemos que hacer. Y lo mejor de todo es que te puedes tomar el te.
  3. Poner en un atomizador con agua 10 gotitas de  aceite esencial, como el de lavanda y rociarlo por toda la casa. En especial las recámaras. El olor a lavanda nos hace descansar y dormir mejor. También puedes usar el aceite de algún cítrico. Este tiene el efecto inverso a la lavanda, nos da energía.
  4. Si vas a cocinar algo muy oloroso, piensa en bróculi o pescado, pon un tazón o una olla llena de vinagre blanco. El vinagre blanco absorbe los olores, lo puedes dejar el tiempo que quieras, hasta que tu casa ya no huela raro.
  5. Prende una vela. Busca velas hechas a mano, velas de cera natural y no químicas. Las velas que prometen hacer tu casa oler delicioso no son tan buenas para estarlas oliendo y quemando alrededor de nuestros niños. Están hechas con parafina, un derivado del petróleo y usan más ingredientes sintéticos que al quemarse se vuelven tóxicos. Mejor busca velas de cera de soya o de abeja y que el pistilo sea de algodón. Y obvio, que estén perfumadas con aceites esenciales y no fragancias de laboratorio.