Con los años, la duquesa se ha ido sintiendo más cómodas con su rol dentro de la realeza y eso se ha traducido en el estilo de sus vestidos con los que ha derrocado, por fin, los aires de aburrida que levitaban sobre ella. Hoy, luce más fresca que nunca, lo demostró el pasado 8 de julio con un sencillo pero halagador vestido azul de Stella MacCartney con el que asistió al Royal International Air Tattoo llevando de brazos al Príncipe George.