Es común que los jóvenes y adolescentes se preocupen por su imagen corporal. Muchas veces, se obsesionan con cosas tan insignificantes que a los adultos nos parecen una tontería, y están siempre pendientes de las cosas que pueden mejorar. Quieren estar delgados, a la moda, con un rostro perfecto y un cabello impactante. Sin duda alguna, no es fácil, más en una sociedad en la que el culto al cuerpo está presente en cada rincón.
Signos de precaución sobre desórdenes alimenticios

El comienzo de la universidad -que muchas veces está ligado con una separación física por primera vez de los padres- es una de las últimas etapas donde se pueden desarrollar trastornos alimenticios como la bulimia o la anorexia. Es por esta razón que si tu hijo ha vuelto por vacaciones debes buscar algunos signos de precaución sobre desórdenes alimenticios.
¿Por qué se generan los desórdenes alimenticios en este momento?
El cambio del colegio a la universidad es muy grande: hay mucha más presión curricular, gente nueva y desconocida, muchas veces se van a otra ciudad lejos de casa y no cuentan con el apoyo familiar en el día a día, las tareas del hogar y el estudio.
Todo esto genera “la tormenta perfecta” para que se desarrolle todo tipo de hábito alimenticio perjudicial para la salud, entre ellos la anorexia, la bulimia y otros trastornos alimenticios. Muchos padres no ven esto hasta el momento en que vuelven sus hijos por vacaciones, y parecería que ya es demasiado tarde. Para los jóvenes, es fácil esconder estos comportamientos alimenticios negativos de sus familiares en este momento de su vida, por lo que es un buen momento para que estos trastornos se desarrollen.
Comportamientos a tener en cuenta en tu hijo
Para reconocer de forma rápida y eficaz que nuestro hijo está sufriendo un trastorno alimenticio, hay cinco signos que no debemos dejar pasar. Estos signos no significan exactamente que nuestro hijo esté sufriendo el trastorno, sino que pueden estar a punto de traspasar la línea. Debemos preocuparnos si:
- Hay una pérdida o aumento de peso significativos desde que entraron en la universidad.
- Ayudan a cocinar las comidas que se hacen en casa, pero nunca las comen.
- Hacen demasiado ejercicio, incluso en el exterior en época de invierno.
- Aislamiento de amigos y familia y evitar todo tipo de reuniones, incluso si hace meses que no se ven.
- Hablar de la universidad de una forma ansiosa y estresada, queriendo cambiar de tema o evitando a toda costa los asuntos sobre el estudio.
¿Conocías estos signos de precaución sobre desórdenes alimenticios? ¿Crees que tu hijo está sufriendo un trastorno de este tipo?








