Aunque en la actualidad todos sabemos que fumar es nocivo para la salud, muchas personas mantienen este hábito de tal forma que cada día aumenta el número de consumidores en el mundo. Por esta razón es importante que enseñemos a nuestros hijos los perjuicios que entraña y la necesidad de evitarlo.
El tabaquismo en adolescentes

Por:Univision

Imagen Thinkstock
Riesgos de fumar
El tabaquismo hace al individuo correr los siguientes riesgos:
- Al fumar se ingresan al cuerpo grandes dosis de nicotina, una sustancia que causa rápidamente tanta adicción como las drogas. Puede dañar el corazón, el estómago, los pulmones, el sistema respiratorio e incluso el estado de ánimo de las personas.
- Se producen efectos a corto plazo como son: la tos y la irritación de la garganta.
- Cuando pasa el tiempo, crece la probabilidad de que el fumador desarrolle problemas más severos, tales como: bronquitis, enfisema pulmonar, hipertensión y aumento de la frecuencia cardiaca.
- Los estudios arrojan que los fumadores tienden a experimentar con diversas drogas, entre las que se encuentran la marihuana, la cocaína y la heroína.
Signos de que tu hijo es fumador
Los signos más evidentes de que un adolescente ha comenzado esta adicción son la tos persistente, la irritabilidad en la garganta, el aliento nicotínico, la ronquera, los problemas al respirar, la amarillez en los dientes y por supuesto el olor a nicotina que despiden las ropas. Por otra parte, el muchacho comienza a ser muy susceptible a los resfriados y en la escuela su rendimiento deportivo se ve comprometido.
Recomendaciones para tratar el tabaquismo en los hijos
- Es importante evitar los largos consejos a modo de sermones.
- Se debe descubrir por qué el adolescente fuma y tener una conversación con él muy franca y abierta, que le permita escucharlo y al mismo tiempo enseñarle.
- Comentar las consecuencias inmediatas que puede traer este hábito: gasto innecesario de dinero, mal aliento, dientes amarillos, etc.
- Ayuda a que tu hijo se trace metas, al principio semanales, para dejar de fumar. Provéelo de información, planes y anímalo mientras vaya venciéndolo con elogios y halagos variados.
Si eres fumador habitual, debes tomar en consideración la idea de abandonar dicho hábito en beneficio de tu hijo. Recuerda que los niños replican las conductas paternales con mucha facilidad. Su salud y la salud de todas las personas del planeta así lo ameritan.
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