Un hombre de negocios dejó su trabajo y vendió su Porsche por una razón que se merece el reconocimiento no solo de su familia, sino también de todos los padres.
Dejó su trabajo y vendió su Porsche para disfrutar de un amor que excede cualquier límite...
Por:Univision
John Silky dejó su trabajo, que le garantizaba un buen nivel económico pero menos tiempo en su hogar, a cambio de más tiempo con su hija que tiene una enfermedad terminal.
Su hija, Vicky, tiene síndrome de Down y síndrome de Ensenmenger, una enfermedad que afecta el corazón y los pulmones, por lo que cuando nació se le dio una esperanza de vida de 15 años; sin embargo, ella desafió las probabilidades y hoy tiene 22 años de vida.
Ella tenía un 50% de probabilidad de vivir, y los 15 años eran un tentativo al que podría llegar. ¿Habrá sido el amor el que le permitió a Vicky luchar contra la enfermedad?
John vio a su hija solo los fines de semana durante varios años, ya que se había separado de la madre. A los 7 años de Vicky, John se percató de que trabajaba 60 o 70 horas por semana y que no tenía tiempo para ver a su hija, por lo que decidió cambiar radicalmente su vida laboral.
Él comenzó a trabajar en un autobús escolar para ver a su hija todos los días. Ahora está feliz de comenzar las mañanas con ella, recibir sus abrazos y llevarla a la escuela. La madre de Vicky también consiguió un trabajo parcial para pasar más tiempo con su hija.
Además, Johon realizó ajustes económicos para ahorrar y visitar muchos países con Vicky y la madre. Al día de hoy, visitaron 15 países en 24 viajes, y conocieron lugares realmente increíbles como Tailandia. Vicky montó un elefante, acarició tigres, voló sobre las cataratas del Niágara... hizo muchísimas cosas gracias al esfuerzo de sus padres por darle los mejores años de vida.
“ Quería mostrarle a Vicky el mundo”, expresó su John al portal Mirror. “ Todo lo que quería era ver su sonrisa (...) Así que cada centavo que gano significa un día de felicidad y fiesta para ella”. Cuando vuelven de un viaje, comienzan a planificar una nueva aventura.
Las compras de ropa, la decoración del hogar... todo pasó a un segundo plano. El principal motor para John y la madre de Vicky es ver disfrutar a su hija, y la sonrisa es el mejor regalo que pueden recibir.
A los 16 años de Vicky, los médicos le dieron a estos padres la gran noticia de que su hija podría sobrevivir hasta los 35 o 40. “ Estábamos encantados”, expresó el padre. Y agregó que trata de no pensar en lo que será la vida sin su hija. Solo piensa en que ella sea feliz.
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