¿Debería llamar a la policía si mi hijo hace algo malo?

Esta pregunta no tiene una única respuesta, la cual dependerá de cuan grave sea lo que haya pasado. TODAS las madres tendemos de forma natural a proteger a nuestros hijos, pero en algunas ocasiones llamar a la policía puede estar más que justificado, sobre todo cuando está poniendo su vida en peligro o la de los demás. 

Pero antes de llamar a la policía tendrás que estar preparada para el impacto que puede tener “el después” en la familia.

Las consecuencias de llamar a la policía

Llamar a la policía para que intervenga en los conflictos familiares puede tener serias implicaciones. Dependiendo de la edad de tu hijo y de la ciudad en la que vivas, un delito puede permanecer en la ficha policial de tu hijo para siempre. Esto podría perjudicar al futuro de tu hijo.

Si llamas a la policía por una actividad ilegal que hace tu hijo o por una conducta violenta, no podrás tener control sobre lo que le suceda a tu hijo una vez que la policía llegue a la situación.

Si después de llamar a la policía se presenta cargos hacia tu hijo, será el juez quien pueda condenar a tu hijo a libertad condicional o a un centro juvenil. Te guste o no, tendrás que estar de acuerdo con lo que el sistema judicial imponga para tu hijo.

También es probable que la policía redacte un informe según la gravedad del asunto para que tu hijo comparezca ante un tribunal, y después tomar las medidas posibles para evitar que vuelva a suceder. El paso por el sistema judicial puede ser un proceso largo y muy lento.

Impacto en la relación con tu hijo

El hecho de que llames a la policía puede tener un impacto en la relación con tu hijo. Es probable que tu hijo sienta que le has traicionado y puede ser muy complicado mantener una relación sana después de haber contactado a la policía.

Estas son las posibles consecuencias, por lo que tendrás que valorar si realmente es necesario llamar a la policía o si quizá la ayuda de otros profesionales como un psicólogo o un psiquiatra podría ser más efectivo.

Es cierto que en ocasiones los problemas de conducta pueden ser muy graves y la policía puede ser necesaria para mantener la seguridad de todos. Pero si tu hijo es agresivo es por algún motivo que le causa un conflicto y que deberá resolver, y eso sólo se consigue con ayuda de un profesional especializado en salud mental.

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