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Consejos para detener el hábito de fumar en los adolescentes

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Durante la adolescencia se producen muchos cambios en nuestros hijos, pero en ocasiones algunos niños asumen conductas que pueden ser dañinas para ellos y para las personas que los rodean: una de ellas es el hábito de fumar. En un primer momento puede que no notes lo que está sucediendo, tu hijo va a tratar de fumar a escondidas. Por eso es menester estar muy atentos a las señales y darle solución una vez se confirme el problema. Veamos cómo detener el hábito de fumar en los adolescentes.

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Señales de que tu hijo fuma

Los signos más evidentes de que un adolescente ha empezado a fumar son:

  • Cuando llega a casa se cambia rápidamente de ropa y cepilla sus dientes.
  • Comienza a usar gomas de mascar de menta con más frecuencia de lo usual, seguramente para esconder su aliento a cigarro.
  • Sus ropas u otros accesorios huelen a cigarro.
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Cómo hacer que un adolescente deje de fumar

Puedes intentar estas técnicas:

  • Conoce a los amigos de tu hijo y a sus padres. Hazles saber que no apruebas el tabaquismo.
  • Usa normas disciplinarias. Por ejemplo: “No puedes ir al concierto del sábado porque te he visto fumando ayer”.
  • Prémialo cuando no fume. Por ejemplo: “Sé que tuviste la oportunidad de fumar y no lo hiciste. Compremos esos DVD que querías”.

Prevenir el tabaquismo en la adolescencia

  • Enseña con el ejemplo: No fumes. Si fumas, haz un esfuerzo grande por dejar el hábito.
  • Tu hijo se sentirá inspirado por tu decisión de cuidar de la salud.
  • Edúcalo: Desde pequeño explícale los riesgos de fumar.
  • Muéstrale información sobre el tabaquismo: Ten a mano textos donde se expongan los efectos del cigarro sobre el organismo y trata de que tu hijo los lea.
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Cómo hablar con los hijos sobre el cigarrillo

Sería bueno mantener una conversación abierta donde:

  • Seas honesto con tu hijo y esperes honestidad a cambio.
  • Dejes establecido que lo quieres incondicionalmente.
  • Controles tus emociones y reacciones si te confirma que está fumando. No lo ataques, por el contrario, trata de que resuelvan el problema en equipo.

No importa por qué razones tu hijo ha comenzado a fumar, ahora se trata de combatir juntos un hábito que tiene consecuencias nefastas para la salud. Mantener una comunicación abierta y respetuosa con tu hijo, pero firme, será el camino correcto para lograr detener tan lamentable evento.