Empezar un nuevo día, corriendo, buscando cosas que no logramos encontrar, preparando la lonchera escolar mientras las tostadas del desayuno se queman no es la mejor manera de comenzar el día. Y no faltarán los llantos de nuestros hijos o los apurones de último momento porque el zapato izquierdo del uniforme de nuestro hijo menor decidió jugar a las escondidas.
Cómo hacer de las mañanas escolares una rutina agradable

Si este es el desalentador panorama cada mañana en tu casa, EntrePadres te trae palabras de aliento, y algunos consejos para hacer de las mañanas escolares una rutina agradable.
Preparar lo necesario la noche anterior
A fin de que el despertar cada mañana sea una rutina placentera para ti y tus hijos, prepara todo lo que necesites la noche anterior. Coloca sus uniformes completos sobre una silla de su habitación, incluido el bendito palo de jockey, que por lo menos en mi casa, suele ser el que pone en alerta a toda la familia cuando no aparece.
Otra idea que te aliviará la mañana es preparar la comida de la lonchera escolar la noche anterior. Esto es de gran ayuda para las madres que trabajan. Enséñales a tus hijos que coloquen las mochilas cerca de la puerta de tu casa, cosa de no tener que buscarlas como locos por la mañana.
Limitar las distracciones
Una de las prioridades de la mañana es que tus hijos tengan el tiempo suficiente para disfrutar de un sabroso y nutritivo desayuno. Por eso, es importante que les quede claro que tanto la computadora como el iPod no pueden ser utilizados por la mañana. Esto sólo los retrasaría y el resultado sería que no terminaran el desayuno, tan importante para enfrentar de mejor manera la jornada escolar.
Despiértate 15 minutos antes que los niños
Si dispones aunque sea de quince minutos a solas, podrás preparar todo lo necesario para que cuando tus pequeños despierten, las cosas ya estén encaminadas. Incluso, podrás disfrutar de una taza de café y revisar tu correo electrónico antes de salir de tu casa.
Mantener la calma
A nadie le gusta que lo despierten a los gritos. Con voz suave, recuérdales a tus pequeños que tienen determinada cantidad de tiempo para hacer las cosas antes de salir rumbo al colegio. Mantén siempre la misma rutina; esto ayudará a que tus hijos sepan lo que tienen que hacer sin necesidad de nerviosismos inútiles.
Más allá de todos los recaudos que podamos tomar, debemos saber que los imprevistos son posibles. Uno de los niños puede amanecer con dolor de garganta, el auto puede fallar y no arrancar... En fin, esas pequeñas cosas que pueden llegar a modificar nuestra rutina mañanera.
Ante este tipo de imprevistos, toma las cosas con humor y con calma, después de todo el mundo seguirá girando, aunque te retrases diez minutos.
¿Cómo es el despertar de tu familia todos los días? Comparte tu vivencia.




