Hasta las personas más despiadadas tienen algo bueno…
Porque todos tenemos un lado bueno… ¡Mira la carta que Al Capone le mandó a su hijo desde Alcatraz!

El gángster más reconocido y temido de los Estados Unidos tenía un lado bueno, al final de todo. Es difícil de creer, sobre todo cuando llevó a cuestas tantos asesinatos.
Se me viene a la mente Pablo Escobar, mató a muchas personas, muchísimas, pero por algún motivo era querido por varias personas de su pueblo. Tenía un lado bueno dentro de tanta malicia: intentaba, a su manera, ayudar a los más pobres.
Al Capone, por su parte, entre tanta maldad, sangre, alcohol, sexo y muchas otras cosas, tenía un lado bueno (aunque sea ínfimo). ¿Cuál era? El amor a su hijo, así lo demostró en una carta que escribió a su hijo mientras estaba en Alcatraz.
Esa carta será subastada en estos días y se espera que alcance los 50.000 dólares. ¿La comprarías?

Tres hojas fueron escritas en 1938, ¿qué había en ellas? Amor por su hijo, ¡te contaré!
“Sigue el camino que has tomado, y no dejes que nada te haga caer (...) Bueno, corazón mío, espero que las cosas mejoren para el próximo año, entonces estaré allí en tus brazos”.
La carta terminó con un tierno mensaje de padre a hijo: “Bueno, no te preocupes por tu querido papá. Cuando tengas vacaciones quiero que tú y tu querida madre puedan venir aquí juntos, estoy seguro que amará verte. Amor y besos, tu querido papá Aplhonse Capone #85” -su número en Alcatraz-.

Estos son los aspectos más destacados y “dulces” de la carta que Al Capone le mandó a su hijo durante su privación de la libertad en Alcatraz, poco antes de ver la luz y sentir la libertad otra vez. ¿Te sorprende?
Quizá, muy en el fondo, todas las personas tenemos algo bueno, al menos ínfimo. ¿Tú que crees?