Sus inseguridades no nacieron con Hollywood. Estuvieron presentes mucho antes. Pero ingresar al mundo del cine potenció esos fantasmas que acechaban en su cabeza. Tiempo después, aprendió a cuidarse y a hacer caso omiso a los que dicen lo demás de ella. Llevó su tiempo, pero lo logró.
Kristen Stewart: Hollywood no la hizo inmune a la depresión y ansiedad, pero logró sanarse: ¿cómo?
Por:Univision
Sus miedos superados
Imagen Getty Images
En la secundaria le dijeron que no era una «niña» por ser parte de un grupo en el que la mayoría eran hombres. Su aspecto no era «femenino» (para los estándares de belleza) y sus compañeros se reían. «Fue un momento de crisis. Me sení insegura. Sentí que me odiaba a mí misma», expresó en 2015 a Marie Claire.
A los 17 dejó la secundaria para comenzar a actuar en Twilight. Su presencia pública aumentó; las miradas comenzaron a dirigirse siempre a ella; y sus inseguridades crecieron. «De los 15 a los 20 fueron años muy intensos. Estaba constantemente ansiosa. Era una especie de fanática del control», manifestó. Pero «la edad me ha hecho más inteligente y más tranquila».
Pero luego de Twilight, Kristen decidió hacer un cambio en su vida para que la depresión y la ansiedad no le ganaran. «Finalmente lo logré y obtengo mucho más de la vida. Viví cosas muy duras para ser una persona joven. Pero salí fuerte de todo eso. Tengo la capacidad de preservarme, y antes no lo lograba. Y es que cuando te caíste con tanta fuerza y lograste recuperarte, es más fácil». «Necesité golpearme un par de veces para aprender la lección. Pero no lo cambiaría, para ser honesta. Estoy orgullosa de haber podido salir adelante y de no caer en cada cráter mental», explicó.
Se cortó el pelo. Y para ella fue un cambio. «Me veía “sexy” por tener el pelo largo. Podía esconderme detrás ed él. Pero cuando me lo corté. Tuve que mostrar mi rostro. Y eso me permitió sentirme más segura, mucho más de lo que alguna vez fui. Me sentí bien. Me sentí liberada. El cabello me hacía sentir como una “chica real” y “femenina”» y agregó: «Tal vez para la mayoría de la gente el cabello largo es más bonito. Pero el principal objetivo de la vida no es ser deseado. Eso es aburrido».
Entendió que debía ser ella. Que tenía que aprender a manejar su cerebro y a poner límites emocionales saludables, a no escuchar las críticas de los demás (sobre todo los que critican por criticar), a aceptarse, a sentirse libre (que es mucho más importante que sentirse «bella» según los estándares de la sociedad) y a amarse a ella misma tal y como era, sin cabellos largos ni relaciones tóxicas.
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