Una piel bronceada sin duda tiene mucho encanto. La piel tostada es sensual y atractiva pero lograr que quede pareja o bien que ya estés con la piel dorada cuando recién comienzan las altas temperaturas no es cosa sencilla. Pero para eso es que existen los autobronceantes.
¿Sabes cuál es tu autobronceante perfecto?

Si no ves la hora de ponerte esos soleritos veraniegos o unos mini shorts pero, todavía cargas con ese pálido color del invierno, la solución es simplemente buscar tu autobronceante perfecto. Hoy en día hay variadas fórmulas y no todas sirven para tu piel, por eso, hoy te traemos una práctica guía.
Loción: Si tu piel es seca y se descama la loción es tu fórmula ideal. Aplicala con movimientos horizontales y verticales para cubrir la piel en todos los sentidos y así evitar que queden partes sin broncear. Si tu piel se reseca con facilidad opta por los autobronceantes con fórmulas más hidratantes.
Spray: Si quieres un color más intenso en poco tiempo el spray es la mejor fórmula. El Spray cubre mayor superficie de forma más uniforme y de manera más sencilla. Incluso, si optas por un tono más oscuro verás lo fácil que es ver las zonas que has bronceado y las que no. Sostén el envase a 10 centímetros de distancia de tu cuerpo para evitar que queden manchas.
Mousse: Si no cuentas con tiempo suficiente para dedicarle al bronceado lo ideal son los mousse. Como seca en tan solo segundos por su liviana fórmula son productos de muy rápida acción y no te llevará más de unos pocos minutos lucir un bronceado perfecto y dorado.
Gel: Si tienes la piel grasa o sufres del molesto acné el gel es la fórmula de autobronceato que más te beneficiará. Para un acabado perfecto aplicalo con movimientos circulares de modo que no quede ni un centímetro de tu piel sin color. Suele ser de rápida absorción también.
Aceite: Si además de dar color a tu piel quieres mantenerla bien suave el aceite es lo mejor para ti. Usalo para realzar el bronceado y lograr un dorado satinado para la envidia. Lo único malo es que no es de rápida absorción por lo que tendrás que dedicarle tiempo que quizás no tienes.









