Vives escuchando acerca de las cientos o miles de máscaras que existen para tratar la piel del rostro, compradas o hechas en casa, pero en verdad a veces no sabes cuál es la que necesitas o en qué se diferencian unas de otras.
ESTA es la máscara que tu rostro está necesitando...

Hoy vamos a empezar de cero, para explicar para qué sirve cada máscara y que sepas de una vez cuál deberías elegir según el aspecto de tu piel. ¿Estás lista? ¡Vamos!
Máscara hidratante

Una mascarilla hidratante equilibra la humedad de la piel. Contiene ciertos emolientes humectantes e hidratantes que hacen que la superficie de la piel absorba las moléculas de agua.
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Máscara para aclarar o borrar

Especial para pieles con manchas o granos. Generalmente contiene ingredientes como el azufre, ácido mandélico, ácido cítrico y vitamina C.
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Máscara revitalizante o para iluminar

Estas máscaras contienen arbutina, ácido cítrico, arginina o ácido glicólico, que revitalizan e iluminan la piel.
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Máscara exfoliante

Elimina la piel muerta, abre los poros y deja que la piel respire. Te beneficias si buscas piel de seda o si sufres de acné.
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Máscara calmante

Contienen manzanilla, matricaria o bisabolol, todos antiinflamatorios que calman la piel seca, irritada o con acné.
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Máscara matificante

Es recomendada para pieles grasas o aceitosas, sino no sirve.
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Máscara de barro o arcilla

Genial para el exceso de grasa o poros dilatados. Una vez que la retiras de tu rostro, lo sentirás más suave que nunca. Puedes comprar una comercial como la Máscara Pure Empreinte de Lancôme, ¡es muy buena!
¡Cuántas opciones! Realmente hay una mascarilla para cada necesidad, ¿cuál prefieres?
