El detalle en el abdomen de Beyoncé que nadie notó pero nos deja pensando

La noticia del nacimiento de los mellizos de Beyoncé acaparó las portadas de los sitios de noticias. Un mes después, amanecimos con la tierna postal de los niños en brazos de la famosa artista. Lo que nadie reparó, sin embargo, fue en algunos detalles de la fotografía publicada en la cuenta oficial de la cantante.

El abuso de Photoshop

Si nos detenemos a mirar el abdomen de Beyoncé y particularmente la forma de su ombligo, podemos notar el «grosero» retoque que tiene la fotografía. Un abdomen demasiado plano considerando que dio a luz hace un mes, sumado a un ombligo redondo, perfecto y profundo que poco tiene que ver con un cuerpo posparto. Por otra parte, la oscuridad del vientre dista mucho de la dirección natural de la luz.

¿Somos víctimas —de nuevo— de los retoques digitales? ¿Acaso es esta la forma real del cuerpo de una mujer que estuvo embarazada hasta hace un mes?

¿Víctima?

Siempre fui gran admiradora de Beyoncé, las letras de sus canciones tienen mensajes intensos al igual que su forma de vida, en la que predica con el ejemplo sobre el amor propio y el cuerpo natural. Pero lamentablemente, esta imagen me hace replantearme algunas cosas.

Sé que un retoque mal hecho en Photoshop no pondrá fin a la carrera de la artista ni mucho menos. Pero esta fotografía me lleva a pensar que aún queda mucho camino por recorrer para acabar con los  estereotipos de belleza y estigmas sociales.

Se espera que las mujeres, luego de llevar un bebé en el vientre y mientras todos nuestros órganos vuelven a su lugar, tengamos el cuerpo de una adolescente. Los estereotipos impuestos por la sociedad nos exigen estar felices y lucir delgadas y sin ojeras, pero nadie repara en los cambios emocionales y físicos que implica convertirse en mamá.    

Creo que Beyoncé es una víctima de la sociedad y de la fama, y que se sintió «obligada» a retocar su cuerpo para que nadie la juzgue.

Parece ser que todavía creemos que tenemos la autoridad de señalar con el dedo a los demás y decirles cómo deberían verse, y claro está, es una autoridad basada en la ignorancia, en la falta de empatía y en el afán de corregir un mundo que no necesita ser corregido.

Como mujer y como futura madre, siempre voy a elegir el cuerpo natural, el cuerpo positivo, porque ese es el concepto de belleza real que quiero que mis hijos aprendan. Quiero que ellos puedan criarse en el mundo que yo no pude, un mundo libre de prejuicios, rodeado de diversidad y amor y en el que todos sepan que existen tantos tipos de belleza como personas en el mundo.

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