Si nunca habías tenido uno y ahora es el dueño de casa, no te sorprenderás con estos cambios que sufre la rutina con la llegada de un gato.
Tu vida antes y después de la llegada de un gato

¡Tu vida es un antes y un después! Diviértete con estas situaciones e identifícate con algunas de ellas. ¡O todas!

Antes: Muebles como nuevos
Tenías los muebles impecables

Ahora: Ya no tanto...
Tu gato ya probó sus uñas en cada mueble de la casa

Antes: Decoración hermosa
La decoración de casa era perfecta
Ahora: Decoración estilo gatuno
Muebles de gato, rascadores, mantas, juguetes, comida, agua y caja de arena forman parte de una confusa decoración.

Antes: Dormías hasta que la alarma sonaba
Dormías hasta tarde o te despertaba la alarma del reloj

Ahora: Duermes cuando tu gato lo decide
Tu gato no deja que te quedes dormida. Te avisa cuando llega el día, por si no te habías dado cuenta.
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Antes: Podías usar tu ordenador
Sentarte con la computadora era tranquilo

Ahora: Puedes usarlo cuando no está tu gato
La computadora es el asiento preferido de tu gato. Sobre todo cuando la estás usando.

Antes: La casa impecable
Tenías la casa siempre limpia

Ahora: No tanto...
¡Hay pelos de gato por todos lados!

Antes: Ducharte era un placer
Tomarte un baño era relajante

Ahora: ¿Alguien me está vigilando?
Tu gato te vigila...

Antes: Usabas el lavadero del baño como todo el mundo
El lavadero del baño era para lavarse las manos y los dientes.

Ahora: Mejor te lavas las manos en la cocina...
Es la cama preferida de tu minino
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Antes: Mucho ruido
Tu casa era ruidosa

Ahora: Shh...
No quieres que tu gatito se asuste

Antes: ¡Qué aburrido!
Estabas un poco sola en casa. La cama era muy grande y la casa muy aburrida

Ahora: ¡Cuánto amor! :)
Unos dulces ojos te hacen compañía todo el tiempo. Él no te deja sola nunca y siempre te demuestra su cariño a su manera.
Duerme arriba tuyo para compartir tiernos momentos y darse calor mutuamente. Anda de allá para acá, subiendo y bajando, sin dejar lugar sin inspeccionar.
Vayas donde vayas, él siempre está allí, mirando lo que haces, para no perderse ni un detalle. Cada hilo que se suelta, cada luz que se mueve es una hermosa oportunidad para jugar.
Ya nunca estarás aburrida. Y si necesitas unos mimos, tu amigo peludo siempre estará dispuesto a dártelos.
La casa no es la misma, ni tu vida tampoco ¡es 100% mejor!
¡Cuéntanos como cambió tu vida con la llegada de un gato!




