La reina de Inglaterra siempre ha estado activa y aún a sus 91 años continúa con sus actos protocolarios y eventos sociales. Incluso este año solo hizo un alto en sus compromisos luego de que el duque de Edimburgo, su esposo por 70 años, tuviese una “fuerte gripe” y en el pasado solo interrumpió sus deberes cuando estaba embarazada del príncipe Andrew y, luego, del príncipe Edward. Pero, sin importar su edad, la monarca sigue manejando autos, cabalgando –una de sus grandes pasiones– y luciendo el gran porte que la distingue.