La pareja se sometió a un reto de 10 días sin comer azúcares y carbohidratos. Apenas en dos días, ambos han admitido lo difícil que es alimentarse de esta forma, sin embargo, se niegan a tirar la toalla.
La pareja se sometió a un reto de 10 días sin comer azúcares y carbohidratos. Apenas en dos días, ambos han admitido lo difícil que es alimentarse de esta forma, sin embargo, se niegan a tirar la toalla.