Reseña Batman #21

Hay historias que merecen ser contadas una y otra y otra vez. Con el fin de acompasarse a los tiempos modernos, DC Comics ha re actualizado sus líneas de continuidad constantemente de manera tal de que las historias se refrescan y los personajes se embeben del contexto al que el lector esta más familiarizado.

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Los inicios de Batman forman parte de ESA constelación de relatos que periódicamente se someten a revisión y re-versión, ya sea como refundación de una continuidad o como mirada alternativa al canon original (como en el caso de Batman: Año Uno).

Así en 1988 lo han hecho Frank Miller y David Mazzucchelli, con Batman: Year One; en el 2005 lo hizo Cristopher Nolan con Batman Begins, la primera refundación cinematográfica del canon original, y ahora llega a nosotros la versión de Scott Snyder y Greg Capullo, Batman: Año Cero ( Batman: Zero Year).

Los nuevos inicios de Batman

Con el antecedente de 1988, es inevitable caer en la comparación del trabajo de Snyder con el de Miller. En lo personal, no soy un gran fanático de Batman: Año Uno aunque reconozco que es una gran obra de culto entre los lectores y tiene un trabajo visual de gran calidad. En el caso de Batman: Año Cero nos encontramos con una historia mucho más apegada al canon original que aquel relato de Miller, el hecho de que esto sea bueno o malo dependerá del paladar del lector.

Imagen DC Entertainment

Quien prefiera una historia más apegada a la tradición, encontrará en Año Cero una lectura de agrado, con un Alfred que es Alfred (y no un veterano de guerra) y un Bruce Wayne en ebullición temperamental. Quizás el mayor mérito de Snyder sea el de presentar esa etapa evolutiva entre un Bruce Wayne que vuelve de su exilio y un Bruce Wayne que se convierte en Batman.

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Por otro lado, quien esté buscando una mirada alternativa sobre la historia del hombre murciélago probablemente sienta que Año Cero es más una repetición de lo mismo, o al menos encontrará varios elementos que se repiten.

Gotham vive

Como siempre, Greg Capullo nos ofrece un excelente arte gráfico, realmente le da vida propia a Gotham, convirtiéndola en un personaje más. Un elemento que nos llamó poderosamente la atención en este número de Batman: Año Cero es la saturación de luz que encontramos en las páginas.

Imagen DC Entertainment

Para ser un cómic de Batman consideramos que el abuso de blancos le da un toque de extrañeza a la lectura. Uno podría concebir esto como un error, pero yo creo que es totalmente intencional y responde al hecho de que Bruce Wayne no se ha convertido en Batman aún. Esto le da un toque sumamente interesante en la medida en que Capullo logra traducir un concepto argumental en una experiencia cromática.

¿Has leído Batman: Zero Year?, ¿qué opinión te merece?