En Avatar: La leyenda de Aang, ya sea por falta de tiempo o porque así estaba planeado desde un principio, se dejaron varias preguntas sin responder, como el destino de Jet o si Toph volvió a ver a sus padres o no.
¿Qué sucedió con la madre de Zuko? El secreto mejor guardado de Avatar por fin sale a la luz
Uno de esos misterios era el paradero de la madre de Zuko y Azula, quien, a pesar de ser la Señora de Fuego, desapareció de la vida de sus hijos repentinamente.
Cuando Zuko se debatía entre la luz y la oscuridad, tuvo un flashback que lo llevó a su infancia, y revivió las penas que su padre le hizo pasar, desde retarlo a un Agni Kai hasta exiliarlo de su propio reino.
El pobre Zuko nunca supo el motivo por el cual su padre lo odiaba tanto, hasta varios meses después.
Justo en el final de la serie, los fans se emocionaron cuando Zuko fue a visitar a su padre a la prisión, y le ordenó decirle todo acerca del destino de su madre.
Pero, en la serie no fue respondida esa pregunta, aunque lejos de quedar en el aire, se resolvió en una trilogía de cómics a cargo de Dark Horse.
La serie, llamada La Búsqueda, inicia con dos actores, Ursa y un chico llamado Ikem: son novios y se han comprometido en matrimonio.
Después, el tiempo se traslada al presente de la historia, en donde vemos al Aang, Katara, Sokka y Zuko frente al alcalde Morishita en una asamblea. La discusión se va por las ramas para después enfocarse en la importancia de la familia, algo que deprime a Zuko.
Aang se da cuenta de ello y decide ayudar a su amigo a resolver uno de los problemas que lo aqueja: el paradero de su madre.
La historia regresa al pasado, en donde la joven Ursa llega a su casa radiante de felicidad por su compromiso con su novio, para encontrarse con su madre de rodillas llorando en el suelo.
Al parecer, el Señor del Fuego Azulon y su hijo menor Ozai estaban de visita en su casa, y exigían que Ursa fuera la prometida del príncipe. Al parecer, después de años de búsqueda los espías de la Nación del Fuego habían encontrado el linaje perdido del avatar Roku.
El señor del fuego Azulon creía que si su hijo se casaba con la descendiente de Roku tendrían una poderosa descendencia.
Ursa no tenía más opción que aceptar, ya que, si no lo hacía, cosas terribles podrían sucederles a sus seres queridos. Cuando la chica iba en el carruaje de camino a la capital de la Nación de fuego, Ikem los intercepta y pide hablar con Ursa.
Después de pelear con los guardias, Ursa se baja y le dice entre lágrimas a Ikem que se vaya a su casa, que para ella y su familia un compromiso como tal es un gran honor.
De vuelta a la época de la historia, Zuko decide buscar a su madre, y para ello necesita la ayuda de Azula.
Después de una larga discusión, Azula acepta acompañar a su hermano mayor, pero con la condición de que irá sin las esposas ni nada que pudiera limitar su movimiento. A regañadientes, Zuko acepta.
Al parecer Azula, quien tenía la información del paradero de su madre, tenía otra intención para ayudar a su hermano.
La princesa había tenido fuertes alucinaciones en las que veía a Ursa diciéndole que la amaba. Azula quería que pararan, aunque tuviera que deshacerse de ella de una vez por todas.
También, Azula quería el trono, y para conseguirlo su as bajo la manga era una antigua carta de su madre, en donde decía que Zuko no era el legítimo hijo de Ozai.
Durante la noche, Azula descuido la carta, y casi por obra del destino fue a caer en las manos de Zuko. Cuando Azula se dio cuenta, Zuko ya estaba hablando con Aang acerca de la revelación que acababa de leer.
Pocos días después, llegan a un pueblo en donde encontraron a una familia de actores. Después de una serie de eventos, peleas con Azula y disgustos de Sokka, se descubre que la madre de la familia de actores es en realidad Ursa.
Al parecer, la carta en donde se menciona que Zuko no era hijo de Ozai fue escrita para hacer enojar al Señor del Fuego, quien interceptaba la correspondencia de su esposa.
Como castigo, Ozai le juró Ursa que nunca trataría a Zuko como a su hijo, por lo que cuando Azulon le pidió a Ozai que matara a su primogénito, este aceptó sin replicar.
Para salvar la vida de Zuko, Ursa hizo un trato con Ozai: ella le daría un potente veneno para acabar con Azulon para que Ozai tomara el trono, a cambio, la vida de Zuko sería perdonada.
Todo salió de acuerdo al plan, pero Ozai, temeroso de que Ursa pudiera usar un veneno similar contra él, expulsó de la Nación del Fuego a su esposa.
Ursa regresó a su pueblo natal, en donde encontró a su antiguo prometido. Con la idea de que sus hijos estarían bien mientras ella no apareciera por el palacio, decidió rehacer su vida, por lo que buscó a un espíritu para pedirle que le diera otro rostro y otra memoria.
Azula, cuando se enteró de la verdad, se escapa para matar a su madre, y antes de hacerlo escucha que una niña llama mamá a Ursa. Azula le recrimina que si tuvo a otra hija porque ella era un monstruo.
Ursa le grita que lamentaba no cuidarla como tenía que haberlo hecho, pero que la amaba igual que a su hermano.
Zuko aprovechó y puso a su madre a salvo, Azula, confundida, escapó al bosque, dejando la carta de Ursa en el suelo.
Ursa acepto regresar a casa, siempre y cuando pudiera estar con su esposo y su hija, algo que Zuko estaba de acuerdo.
Curiosamente, Kiyi , la media hermana de Zuko, comenzó a llamar «Zusu» al Señor del fuego, apodo que según él sonaba menos aterrador y sarcástico cuando lo decía la niña.
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