Lego Batman: una hilarante comedia de Lego y una soberbia película de Batman [reseña sin spoilers]

De entre las innumerables cualidades que convierten a Batman en el superhéroe que construyó DC Cómics (según las palabras del propio Batman en la película, no mías), la soledad, el egocentrismo y la excentricidad son tres que podrían tratarse de forma más distendida —incluso hasta cómica— a la hora de crear una película. ¡Pero espera un minuto! Estamos hablando de Batman. Un solo error podría hacer que millones de sus fans odiaran dicha idea. Sí, pero un buen guión, excelentes actuaciones de voz y una increíble estética podrían lograr que se transformara en una de las mejores películas del Caballero de la Noche... Y así sucedió. Así nació  The Lego Batman Movie.

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 Una faceta de Batman desconocida hasta el momento aparecía. Un Batman ridículo, pero increíblemente genial, capaz de hacerlo todo; que lucha con sus demonios interiores, pero como un niño: haciendo berrinches... Un Batman diferente, más gracioso y más humano (aun tratándose de Legos). 

Esto fue lo que percibí al salir de la sala de cine: completa satisfacción. Reír a carcajadas con chistes que no insultan la inteligencia de chicos o grandes, pero sentir que la historia es respetuosa a la esencia de tu personaje favorito, aun cuando se trata de una parodia. 

La eterna rivalidad vista de otra forma

Imagen Warner Bros. Pictures

Uno de los puntos más altos de la película fue la curiosa relación entre Joker y Batman. Presentada como casi una relación de pareja, Joker intenta que Batman reconozca y exprese cuánto lo odia y cuánto lo necesita para su vida cómo héroe. La indiferencia del murciélago lo llevará a ejecutar un plan que reunirá a los peores superhéroes del mundo, y no sólo del universo Batman, sino de toda la cultura pop. 

La supuesta "reconciliación" al final de la película, es un momento tan hilarante como incómodo. 

Batman y la familia

Imagen Warner Bros. Pictures

La pérdida de sus padres sigue persiguiendo a Bruce. Se niega a establecer un lazo con cualquier otra persona simplemente por miedo a perderla. Pero, obviamente, esto jamás será admitido: Batman es demasiado genial como para tener miedo... o sentimientos. Por esta razón es que es tan entretenido ver a Bruce interactuando con  Richard Greyson, su hijo adoptivo (por error), o contemplar a Alfred disciplinando a un inmaduro billonario.

La fachada de superioridad y autosuficiencia envuelve al vigilante de Gotham de un humor y una ternura muy especial, además de que sirve como vehículo narrativo y nos involucra a nosotros en su dolor; un dolor mucho menos dramático al visto en otras adaptaciones, pero igual de real. 

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Referencias y guiños por doquier

Imagen Warner Bros. Pictures

Mi elemento favorito de la película, sin dudas. Bruce mirando películas románticas a escondidas, clips y fragmentos de series y películas de antaño, sutiles comentarios sobre cómics clásicos... ¡incluso el famoso repelente de tiburones! La película se ríe de sí misma y de la historia del superhéroe, pero con respeto y altura. 

Quizá, el único problema que podemos encontrar es la frecuencia con el que este tipo de recursos son usados —al igual que sucede con los chistes—; por momentos, parece demasiado. ¿Son buenos los chistes? Sí, son excelentes. ¿Y las referencias? También, son geniales. Pero todo se siente demasiado frenético, sin espacio para digerir cada precioso momento. Además, los momentos de reflexión y catarsis (que ya de por sí no son demasiado profundos) son siempre interrumpidos, como desconfiando de la atención del público. 

En resumen, podríamos decir que estamos ante una de las mejores películas de Batman de los últimos tiempos. Es una parodia, es diferente, es para niños (y adultos)... pero es extremadamente entretenida. 

Calificación: 9/10

Y tú, ¿qué piensas al respecto? ¿Has visto la película? ¿Qué te ha parecido la historia? ¿Qué me dices de la forma en qué desarrollaron a Batman? ¿Qué calificación le darías?  Esperamos tus comentarios. 

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