Batman: Damned es la primera entrega de una miniserie de tres números que inicia la tirada limitada que se dio a conocer como DC Black Label (DC Etiqueta Negra) donde, al igual que como ocurrió con guiones Elseworlds como The Dark Knight Returns (1986) de Frank Miller o Superman: Peace on Earth (1998) de Paul Dini, se apunta a un público adulto al presentar historias más siniestras y retorcidas, que a su vez, no son canónicas.
Esto fue lo que nos dejó Batman: Damned (más allá de las escenas de desnudos)


Batman: Damned, el cómic de la controversia
El primer tomo de la edición en formato prestige de Batman: Damned, escrito por Brian Azzarello e ilustrado por Lee Bermejo, ya se volvió celebre por el hecho de incluir un desnudo frontal de Batman donde se puede observar más de lo que uno esperaría. Pero además de ese insignificante detalle ( y esto no es ningún juego de palabras), hay que señalar que el cómic en si merece nuestra atención.

El mismo inicia con el héroe encapotado despertando dentro de una ambulancia, momento en que, en medio de sus ensoñaciones, se hace una sutil pero genial referencia al chiste que Joker le cuenta a Batman al final de su duelo en The Killing Joke (1988) de Alan Moore.
A pesar de la gravedad de sus heridas, el héroe escapa del vehículo y se ve a sí mismo en una ciudad Gotham que ahora posee un aspecto más siniestro de lo habitual, efecto causado –se sugiere– por la pérdida de sangre y la desesperación del vigilante.

En el momento en que Batman se ve a sí mismo a instantes de su propia muerte es cuando aparece el cínico narrador de la historia, John Constantine, que cura las heridas del encapotado y ambos atestiguan en las noticias cómo es que el Joker fue hallado muerto en el canal de Gotham.
Batman entonces se ve impulsado a buscar al responsable, pero la realidad se deforma ante sus ojos entremezclando recuerdos funestos que quizás sean pesadillas, donde su padre pierde la santidad con la que él lo recordaba y una siniestra presencia lo acecha con fines aún desconocidos.

Todo vuelve a la horrible realidad cuando las noticias informan del secuestro simultáneo de un sacerdote, un rabino y un pastor, como si se tratase del comienzo de un chiste. Pero, ¿quién fue el responsable si es que el Joker está muerto? ¿Por qué es que Dead Man se aparece ante Batman diciéndole que es víctima de un complot? ¿Y qué tanto hay de verdad en las amenazas del fantasma, si eso atrajo a John Constantine hasta Gotham?
Los autores y la extraña química

Brian Azzarello y Lee Bermejo ya habían trabajado juntos en la novela gráfica Joker (2008), donde se presenta el mismo clima asfixiante y visceral que expone a la locura como un abismo al que cualquiera puede caer si se lo empuja lo suficiente, es por eso que Batman: Damned ya es considerada la secuela espiritual de dicha entrega, tanto por el característico estilo visual realista pero a su vez inquietante de Bermejo, como por el guion enigmático y casi surrealista de Azzarello.
Hay que recalcar, además, que la presencia de personajes como Constantine y Dead Man, asemeja a este primer número a una obra del desaparecido sello Vertigo, donde los mencionados personajes protagonizaban historias de horror sobrenatural destinados a lectores adultos.

Todo parece indicar que DC Black Label se inclinara por este mismo estilo argumental y Batman: Damned podría ser el detonante de un resurgimiento de Vertigo si el resto de la colección, que incluirá historias nuevas en torno al universo heroico de DC, más la reimpresión de los más recientes y controversiales guiones de Batman, logra tener el éxito suficiente entre los lectores.
Por el momento es pronto para determinar qué destino tendrá DC Black Label, pero Batman: Damned ya tiene prensa suficiente como para volverse una futura pieza de culto.
¿Ya la has leído?
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