Desagradables momentos que nos obligaron a escribir el nombre de Netflix en nuestra Death Note

Death Note, la supuesta adaptación del manga y anime homónimo que conquistó el mundo hace una década, dirigida por Adam Wingard y producida por Netflix, fue estrenada y fue tan mala como pensábamos que sería.

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Si la juzgamos como adaptación, fue una película que se alejó del material original al punto de ser irreverente; y si la evaluamos como versionado de la historia de Tsugumi Ohba y Takeshi Obata, cometió el pecado de americanizar el contenido al punto de ser ridículo —la persecución de L en un auto policial es claro ejemplo de esto—.

Ahora bien, es mi intención manifestar la ira producida por la aberración que Netflix creó, y advierto que mi análisis será hecho en base a la comparación directa con el manga, del cual Netflix debería haberse servido de forma mucho más fidedigna para, de esta manera, evitarse problemas. ¡Comencemos!

Light no está en control

La total falta de conocimiento de los guionistas fue capaz de destruir el argumento más básico de Death Note: Light siempre está en control. Si tomamos el original como ejemplo, Light se impresiona con la llegada de Ryuk pero no se sorprende; según sus propias palabras, «lo estaba esperando». Su particular (y retorcido) sentido de la justicia, la frialdad de sus acciones, su inteligencia superior e idealismo lo convirtieron en legítimo usuario de una Death Note, la cual usó como jamás nadie en la historia de la humanidad.

Kira es justicia

Light no es una persona que deba ser manipulada o inducida a matar, él cree que el camino para un mundo mejor es eliminar la maldad; él es justicia. 

En el manga, al momento de tomar el Death Note, lee las instrucciones y procede a hacer justicia con pluma propia. Light utiliza la llegada de Ryuk como fuente de información adicional que potencie sus planes y, al momento de conocerse, el humano ya había llenado varias páginas del cuaderno. Además, es molesto que Ryuk sirva de guía para Light y absurdo que un shinigami se acerque al concepto occidental de un demonio, el cual trata de inducirte a hacer el mal. Ryuk simplemente observa para librarse de su aburrimiento.

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El mejor detective del mundo

En el manga, Lawliet es los tres mejores detectives del mundo. Su excentricidad e intelecto lo convirtieron en el arma secreta que resolvería cualquier caso, y por a su sacrificio fue posible descubrir la verdad detrás de la identidad de Kira, años más tarde. Impasible y determinado, se mostró activo pero nunca violento; esto es porque el verdadero L jamás perseguiría a alguien con un arma con el fin de tomar venganza. 

Si bien se intentaron replicar sus rarezas, jamás se tomó en cuenta la principal característica de este detective (y de cualquier detective): su poder deductivo. Las conclusiones surgían abruptamente, sin un análisis coherente ni detallado; y su proceder respondía a impulsos y emociones ligadas a la satisfacción personal y no a la justicia. 

Motivaciones equivocadas

Aunque, sin duda alguna, lo más vergonzoso de la adaptación fue la relación entre Mia y Light, quienes no solo se alejan de los personajes del manga, sino que revelan una falencia crítica en el film: la motivación. ¿Qué motiva a Light para convertirse en un genocida justiciero? ¿Impresionar a una chica? ¿Tomar venganza por mano propia? ¿Años de abuso reprimidos? 

¿Qué motiva a Mia en su decisión de aliarse con Light? No creo que un breve paneo mostrando la oscura decoración en su cuarto y su apariencia rebelde sean suficiente evidencia como para justificar el placer obtenido mediante el asesinato en masa. Es más, ¿qué es lo que enciende el amor en esta relación? ¿Y por qué caraj* anotan nombres en la Death Note como si se tratara de una cita romántica? 

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Más manzanas, por favor

Indefectiblemente, fue Ryuk el mejor personaje de Death Note; lo cual confirma que no es necesario adaptar un personaje (o historia) de forma estricta para que este funcione. Sin embargo, Ryuk no tuvo la presencia en pantalla que debería haber tenido; aparecía esporádicamente y nos dejaba inquietos, anhelando más. Aún así, la representación de este shinigami palidece en comparación el verdadero Ryuk, siendo la frase final del film el único nexo entre ambos: «los humanos son interesantes».

Lamentablemente, Death Note se suma a la extensa lista de adaptaciones al anime que fracasaron. Aunque me gustó cuando Watari sirvió helado, algo es algo. 

Y tú, ¿qué piensas al respecto? ¿Qué te pareció esta película, como adaptación y como versión?

Esperamos tus comentarios.