El megaevento Marvel del 2011 culminó de la misma manera que comenzó, mediocre, sin imaginación y predecible. No me gustó ver a los personajes empleados de esta forma y tampoco disfruto trayéndoles esta crítica. Pero no hay otra forma de decirlo: Fear Itself apestó.
Crítica de Fear Itself #7
Un fracaso
La idea no era mala y Matt Fraction (escritor) junto a Stuart Immonen (dibujante) parecían más que capacitados para convertirla en algo entretenido.
Sin embargo el resultado final fue una inmensa acumulación de clichés, golpes de efecto y otros momentos bastante innecesarios que se vieron complicados aún más por la inmensa cantidad de tie-ins (series vinculadas) que Marvel publicó para exprimirle hasta el último dólar a sus lectores.
Para pasar inadvertidos
Algo me dice que los editores se dieron cuenta que no iban a poder competir con Flashpoint y el relanzamiento de DC así que decidieron crear algo extremadamente básico, sabiendo que nadie iba a prestarles demasiada atención de todas formas.
Lo que más me molestó fue la muerte de uno de los personajes principales (no diré quien es pero los que ya leyeron el número sabrán de lo que hablo) la cual no durará ni 6 meses.

No entiendo a Marvel, no entiendo sus tácticas y no entiendo por qué desperdicia a algunos de los personajes más interesantes de todos los tiempos haciéndolos protagonizar historias horripilantes, mal escritas y cuya única característica redimible es el dibujo.
Un guión imposible
El guión de este último número fue simple, los malos están a punto de arrasar con los buenos, la caballería de los buenos llega a último momento pero uno de los buenos muere.
El final ni siquiera es el final ya que tratan de vendernos 3 series nuevas por lo que la conclusión nos deja gusto a nada.
Puntaje: 4/10- Un final más que insatisfactorio para un megaevento que fue un desperdicio de tiempo y talento.