Parte de los problemas que se le adjudicaron al Universo cinematográfico de DC desde sus comienzos, por lo menos desde las opiniones más críticas con Man of Steel y Batman v Superman: Dawn of Justice, es el poco entendimiento o respeto que la franquicia parece tener hacia sus dos icónicos superhéroes.
Ben Affleck promete el regreso a un Batman más tradicional y heroico en Justice League

Es que DC parece tener una desventaja crucial respecto a Marvel a la hora de construir su universo cinematográfico: a diferencia de Iron Man, Thor o Capitán América, personajes concretos con los que no todo el mundo está completamente familiarizado y pueden ser objeto de una recreación original, ser moldeados en una versión esencialmente nueva, Batman y Superman son mucho más que simples personajes de los cómics definidos por ciertos datos biográficos y rasgos de personalidad.
Representan diferentes ideas y conceptos, son arquetipos profundamente arraigados en la cultura popular, lo que resulta más difícil alterar o reversionar.
- Ver también: «Zack Snyder podría alejarse definitivamente del DCEU»
Ambos pueden ser tratados de diferentes maneras, insertarse en diferentes historias, abordarse desde un tono más liviano o más sombrío (y así se ha hecho), pero ciertos elementos que hacen a la esencia de lo que son no pueden ser modificados. O sí, pero no todo el mundo lo aceptará. La dinámica establecida para los lectores de cómics desde hace mucho tiempo los prepara para aceptar y conocer numerosas versiones diferentes de todos los personajes, pero en el cine la dinámica es diferente: no solamente hay un Batman y un Superman, son el Batman y el Superman de este universo.
Otro Superman, otro Batman

Así, los problemas de que el primero destroce una ciudad entera para derrotar al villano, o que el otro sea un justiciero cínico, amoral y sanguinario (y todo eso sin tener en cuenta que es alguien dispuesto a abandonar en un segundo toda su furia con la simple mención del nombre de su madre), resultan evidentes.
Necesitamos un Superman en el que confiar ciegamente, y un Batman al que querer. (¿No fue esa la clave del éxito de Wonder Woman?)
Justice League es la película que se propone corregir todos esos errores.
Para empezar, como reveló el primer tráiler, se intentará cambiar la imagen de Superman.
«Superman era un ejemplo para el mundo. No solamente salvaba a las personas, sino que les hacía ver la mejor parte de ellos mismos» dice Bruce Wayne, en una línea que no encaja demasiado con lo que se vio en las películas anteriores, pero que será la visión que se impondrá en Justice League, también aprovechando esa condición casi de mártir que ha adquirido Superman.
El Batman que veremos también será diferente.
Según dijo ahora Ben Affleck:
«Batman ahora se ve en una posición en la que tiene que llegar a otros, buscar ayuda, convencerlos de hacer algo. Parte del drama de la película reside en la pregunta de si logrará reunir a un equipo o no. Es muy diferente del tono de la película anterior»
Esto quiere decir que será un Batman más tradicional, un regreso a esa esencia más puramente heroica del personaje, uno más asociado a la esperanza y la solidaridad que a la furia vengativa:
«BvS se alejó un poco del Batman tradicional. Comenzó con el personaje con toda esta furia dirigida a Superman, por la muerte de sus trabajadores en la pelea con Zod. Era un Batman que estaba cediendo ante la ira, un poco de manera irracional. En este caso, veremos un Batman más tradicional, heroico. Hace las cosas a su manera, pero quiere salvar personas, ayudar a la gente»
Es una idea bienvenida. El asunto será cómo olvidar el hecho de que los personajes que ahora nos presentan como «diferentes» no dejan de ser, por la misma continuidad del universo cinematográfico, exactamente los mismos que vimos antes.









