Bati-literato: referencias e inspiraciones literarias que construyeron al Caballero de la Noche

Desde mi perspectiva, los cómics han obrado como cimiento angular en la construcción de mi persona; y si bien muchos me han tratado de infantil por esto —aunque algunos afirman que tal juicio se produce en consecuencia a mi adicción por las golosinas, falta de tacto social y testarudez caprichosa—,  no puedo negarme a mí mismo.

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Cada personaje e historia que he leído ha revelado partes de quien soy y quien podría llegar a ser, penetrando en la profundidad del alma, rompiendo coyunturas y tuétanos; característica platónica implícita en el arte —Platón creía que el arte podía tener una profunda incidencia en el desarrollo del alma humana—, pero con especial presencia en la expresión artística más importante de la humanidad: el libro. Los cómics, el cine, los videojuegos, y cualquier medio de expresión humana popular en la actualidad, fueron sustentadas en base a la genialidad escrita; y si no me crees tan solo observa el caso de Batman, ícono de la cultura pop por excelencia.

Desde su concepción, Batman ha sido un héroe trágico, concepto ideado por Sófocles. Bill Finger, creador del personaje como tal —con todo el respeto que Bob Kane me merece—, determinó que el asesinato de sus padres sería su motivación y el medio hacia los murciélagos su emblema; y desde Detective Comics #27, publicado en mayo de 1939, definió uno de los atributos esenciales del Caped Crusader: el razonamiento deductivo; inspirado en los trabajos de Sir Arthur Conan Doyle, Finger nombró al vigilante de Gotham como el mejor detective del mundo.

Detective Comics Golden Anniversay issue

Imagen DC Comics

Yendo un poco más cerca y más hondo, el Batman que en la actualidad predomina en la consciencia popular es un Batman oscuro, resiliente y drástico; consecuencia directa al trabajo de Nolan en su trilogía The Dark Knight. Ahora bien, ¿adivina quién fue la referencia fundamental detrás de su trabajo? La respuesta es Charles Dickens.

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Según las palabras de sus creadores, The Dark Kinght Rises toma a  Historia de dos ciudades como inspiración absoluta, y por si fuera poco, cuando el Comisionado Gordon pronuncia su discurso, sostiene un libro y recita un fragmento perteneciente al pensamiento de  Sydney Carton, personaje que guarda muchas similitudes con Harvey Dent, Batman y el propio Gordon: un abogado dispuesto a dar la vida por lo que considera correcto.

«Veo una ciudad hermosa y un pueblo brillante que surge de este abismo, y, en su lucha por ser verdaderamente libres, en sus triunfos y derrotas, a través de largos años, veo el mal de este tiempo y de la época anterior, de los cuales este es el nacimiento natural, gradualmente haciendo la  expiación por sí mismo y consumándose». —Charles Dickens, Historia de dos ciudades.

Las letras que escribieron la maldad

Imagen DC Comics

Probablemente, la referencia más evidente nace en 1940, cuando Jerry Robinson y Bill Finger crearon al archienemigo de Batman y uno de los villanos más emblemáticos de todos los tiempos: el Joker. Salvando las diferencias de personalidad, el Príncipe Payaso del Crimen tiene sus orígenes en El Hombre que ríe, una de las obras menos conocidas de Victor Hugo —este título también sería el nombre de uno de los cómics más famosos del 2005: Batman: The Man Who Laughs—.

Además, Thomas Blake, también conocido como Catman, versión masculina de Catwoman, se creó en honor al poema Tiger, tiger de William Blake; Jonathan Crane, A.K.A.  The Scarecrow, está basado en Ichabod Crane, protagonista de La leyenda de Sleepy Hollow, de Washington Irving; El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de Robert Louis Stevenson, es la novela favorita de Two Faces, ya que esta refleja su personalidad dual y obsesión por el número 2; The Penguin cita constantemente a Shakespeare; y The Riddler, durante los sucesos relatados en Caballero oscuro, ciudad oscura, presenta un acertijo fundamentado en La canción del corsario, poema de Lord Byron.

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Batman irresistible...

El fenómeno Batman también ha sido un tópico irresistible para renombrados autores; entre los más conocidos, se destaca la escritora canadiense  Margaret Atwood, ganadora del Premio Príncipe de Asturias 2008, quien, a través del libro  In Other Worlds, opina de temas variados y complejos como la literatura victoriana, Aldous Huxley, Jonathan Swift y... Batman. En su ensayo, la autora establece conexiones intelectuales entre el Caballero de la Noche y los elementos de la psicología de Jung, utilizando a  Sueño en una noche de verano, de Shakespeare, como analogía. 

Pero quizá el más famoso de los autores que ha opinado sobre el Murciélago ha sido  Stephen King, quien en Batman #400 publica un ensayo titulado  Por qué elijo a Batman, en el que expone que es el miedo la principal fuente de poder del héroe.
«Su hora era la noche; las sombras eran su sitio; como el murciélago de quien tomó el nombre, él veía a través de sus manos, piernas y oídos. Como Bruce Wayne era jovial, distinguido, lleno de elegancia y encanto, un tipo fácilmente identificado en su biblioteca repleta de libros alineados con un vaso amplio de brandy en una mano y una botana en la cercanía. Pero cuando la batiseñal flotaba contra uno de los rascacielos de Ciudad Gótica (o tal vez la parte baja de una útil nube pasajera) una siniestra y seria criatura emergía de la baticueva. Le podías disparar y sangraría... podías darle un buen golpe en la cabeza y se doblaría (al menos por un instante), pero nunca, nunca podías detenerlo».

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Si te interesa leer el ensayo en su completud: Stephen King escribió un ensayo sobre Batman y seguramente no lo has leído... aún

En fin. Seguramente, podríamos continuar nuestra búsqueda de referencias durante horas y, en efecto, encontraríamos muchas más, pero, de momento, creo que es suficiente; hemos demostrado la trascendencia de la literatura en Batman, y puede que en el futuro lo hagamos con otro personaje. Aunque antes de despedirme, me gustaría preguntar: ¿sabes por qué la literatura ha tenido tanta influencia en la humanidad? Porque un buen libro es como un buen amigo: su huella no se borra, su influencia no se desvanece; y solo su presencia nos hace mejores. 

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