American Alien: El día que Supeman usurpó la identidad de Bruce Wayne

Superman: American Alien, es un cómic único en su especie; según las palabras de su genial autor, Max Landis: “Es la historia de Clark Kent, convirtiéndose en Clark Kent”. Sí, lo sé, es confuso, pero, desde el issue #1, toda la historia ha tratado de eso; el proceso que convierte a Clark no solo en un superhéroe, sino además, en un ser humano.

La personalidad “canónica” de Clark, es conocida por todos. Un tipo sencillo y de familia; un chico de granja, con gran amor por sus padres y una moral que administra su enorme poder. Un individuo que hace lo correcto porque es correcto, sin necesidad de ningún otro motivo ulterior… Ahora, ¿es lógico que este carácter se haya forjado de la noche a la mañana? O, mejor dicho, ¿cómo se gestó esta personalidad?

Landis nos embarcará en una travesía que intenta descubrir los aspectos triviales en la vida de Clark que lo llevaron a ser Superman.

Si esto te parece algo extraño, espera a leer lo siguiente: 13 cosas ridículas que Superman ha hecho a lo largo de los años

Por eso, para entender (y disfrutar) esta historia, es necesario que te divorcies de los conceptos “canónicos” que giran en torno a Clark/Superman y dejes volar tu imaginación, para, de esta manera, comprender lo maravilloso de este momento, el momento en que Clark Kent usurpa la identidad de Bruce Wayne, durante su cumpleaños…

Superman: American Alien #3

Luego de que Clark ganase un viaje por el Caribe, el avión en el que viajaba cae (accidentalmente) hacia el océano. Tras rescatar al piloto, se encuentra a la deriva, solo… de no ser por el inmenso yate que se coloca frente a él.

Al subir, se da cuenta que todos los tripulantes del yate (gente de alta posición económica) están celebrando un cumpleaños… su cumpleaños; es decir, no el suyo, el de Bruce Wayne. Todos en la fiesta confunden a Clark con Bruce (ya que el multimillonario no era visto desde hacía décadas y había prometido retornar para la fecha). Aunque confundido, es influenciado por Barbara Minerva (quien más adelante será Cheetah), decidiendo usurpar el lugar de Bruce y disfrutar de lo que un multimillonario haría durante su cumpleaños.

Clark, disfrutando de los “placeres” de un multimillonario, nos regala momentos muy, pero muy, graciosos; además, el autor agrega algunos guiños dignos de destacar, como la inclusión de Oliver Queen en la tripulación, así como también una referencia directa a Vic Zsasz (antes de que este se convirtiera en un asesino serial).

Como broche de oro a su día, Clark y Barbara Minerva se acercan, conversan y comparten la noche juntos ( you know what i mean).

Eventualmente, Clark comienza a sentirse mareado, raro… enfermo. Se dirige al baño, pero antes de llegar, se encuentra con un individuo algo extraño. Una especie de asesino samurai, vestido de naranja y negro: Deathstroke.

El mercenario fue enviado a la fiesta con el único propósito de matar a Bruce (Clark). Primero, introduce una poderosa neurotoxina en su bebida (la cual ocasionó los mareos y malestares); esta toxina, es mortal para el humano en cuestión de segundos, pero él no es un humano cualquiera, y, ante la sorpresa de Deathstroke, Clark sigue como si nada hubiese pasado.

Impaciente, Deathstroke comienza a usar su katana en Clark, pero esto también es inútil. La katana se malogra, y Clark termina quebrándola, para, luego de esto, enviar fuera del barco a Deathstroke con un solo golpe (de su dedo).

Sinceramente, cada viñeta es imperdible.

Terminada la fiesta, Clark se prepara para regresar con la cotidianeidad de su vida; se despide de Minerva, diciéndole que espera verla en el futuro (y lo harás, campeón). Mientras tanto, Bruce (quien se encontraba entrenando) es informado de lo sucedido, despertando su curiosidad por la identidad de este hombre… cosa que no será buena para él, en un futuro.

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