Uno creería que quien gana millones será millonario para siempre. No necesariamente. Como ocurre con el resto de los mortales: si gastas más de lo que ganas, te quedarás sin nada.
¿Y dónde están mis millones? Estos son los 7 cantantes que acabaron en la bancarrota

Si le agregas a la ecuación una vida pública, agentes, asesores, excesos, fiestas salvajes y artículos extravagantes, es muy probable que el dinero desaparezca de tu cartera en un abrir y cerrar de ojos (a menos que seas estafado por tus contadores, como Nicolas Cage, quien ha tenido que hacer muchas películas malas para recuperarse).
Estos cantantes vivieron al mejor estilo de Ricky Ricón, Lex Luthor, Motgomery Burns y Rico McPato, sin ganar lo suficiente y cayeron en bancarrota. ¿Qué pasó con tanto dinero?
1. 50 Cent

El rapero sí que supo darse la gran vida, hasta que en julio de 2015 se conoció lo que ocultaba bajo la alfombra cuando Lastonia Leviston lo demandó por haber colgado un video suyo teniendo sexo con el también rapero Rick Ross.
Cuando la mujer ganó la demanda, el jurado le ordenó a Cent pagar 6 millones de dólares, algo imposible para él, quien demostró que, si bien contaba con 20 millones de dólares en activos, amasaba una deuda de 36 millones.
Para febrero de 2017, el cantante ya había pagado la deuda impuesta por el Estado, de 22 millones de dólares, mucho antes de lo establecido.
2. Marvin Gaye

Tras su divorcio, la estrella de Motown cayó en bancarrota en 1976. Para cubrir los 600 mil dólares de pensión alimenticia, el cantante le cedió a su exmujer los derechos de su álbum Here, My Dear.
Los problemas financieros y la adicción a las drogas siguieron al músico por el resto de su vida hasta que su padre lo asesinó en 1984, en medio de una discusión.
3. M. C. Hammer

En alguna oportunidad, Forbes estimó la fortuna del rapero en 33 millones de dólares, pero su lujoso estilo de vida, que incluía un equipo de trabajo gigantesco, lo dejó debiendo cerca de 13 millones de dólares, por lo que se declaró en bancarrota en 1996.
4. Meat Loaf

Meat Loaf era una gran estrella en los 70, con récords similares a los de AC/DC y Pink Floyd. Al preparar su próximo álbum, perdió su voz y no pudo completarlo hasta 1981, cuando su fama había desaparecido.
Como era de esperarse, el álbum casi no se vendió y el cantante tuvo que declararse en bancarrota en 1983, con deudas de 1,6 millones de dólares.
Afortunadamente, su carrera revivió con en los 90 con el single «I’d Do Anything for Love (But I Won’t Do That)», cuyo video fue protagonizado por una desconocida Angelina Jolie.
5. Toni Braxton

La cantante de «Un-Break My Heart» se declaró en bancarrota 2 veces. La primera vez fue en 1998, aparentemente porque su disquera le cedió pocos derechos de sus canciones. En 2010 volvió a hacerlo, tras haber cancelado su show de Las Vegas al descubrir que estaba enferma.
- Una de las suyas está aquí: «10 canciones sexies que necesitas para cualquier momento sensual»
6. Cyndi Lauper

Aunque ahora Lauper tiene una fortuna estimada de 30 millones de dólares, Cyndi se declaró en bancarrota en 1981.
En ese tiempo escribía y cantaba para el grupo Blue Angel, cuyo álbum fue lanzado en 1980 sin éxito, lo que llevó a la cantante a la quiebra.
Para mantenerse, cantó en un restaurant japonés vestida como geisha y trabajó en ventas hasta que grabó su disco She’s So Unusual en 1983.
7. Dee Snider

Cuando Twisted Sister se separó, Dee Snider, su vocalista, nunca pudo reponerse. Durante los 90 se declaró en bancarrota, hasta que escribió «The Magic of Christmas Day (God Bless Us Everyone)», canción grabada por Celine Dion.
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