Tramposos eran los de antes: La vieja era de jugar con cheats

Probablemente no necesitemos explicar que el término cheat se refiere a una “ trampa” que se realiza durante el transcurso del videojuego para obtener un beneficio, debido a que alguna vez has utilizado uno de ellos.

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Los cheats existen desde el nacimiento de los videojuegos, pero supieron tener su importante auge entre los años 90 y 2000. Por aquel entonces había hasta publicaciones especializadas en el tema (se conseguían libros enteros en las tiendas) o bien aparecían en apartados de las revistas de videojuegos. Luego aparecieron hasta hackers que se dedicaron a comercializar sus propios cheats.

Hay dos formas de implementar cheats: habiendo sido programados (y mantenido ocultos hasta cierto tiempo) por los desarrolladores y aquellas especiales alteraciones de cualquier tipo que el jugador pueda manipular sobre el juego.

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La historia de los trucos se inicia con los primeros videojuegos. Por aquel entonces se utilizaban códigos para testear al producto aún no terminado. Un caso muy recordado es el del SimCity en donde teníamos la manera de ingresar más dinero en el presupuesto si estábamos un tanto ahogados.

Luego se descubrió la sencilla manera de modificar ciertos parámetros que volcaban los juegos sobre la memoria (vidas, etc.) en la computadora. Seguramente más de uno habrá ingresado órdenes a través de “ POKE” en las viejas computadoras hogareñas, o conocerá el Game Genie, un hardware disponible para ciertas consolas.

¿Tiene sentido chetear? El debate se hizo fuerte sobre los 90, cuando algunos lo desacreditaban por completo y otros sostenían que todo era válido como para llegar al final del juego.

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Lo cierto es que sobre principios del 2000 el cheat evolucionó sobre los juegos online y debieron establecerse estructuras para evitar su uso que iban desde complejas aplicaciones de detección de cheats hasta simples moderadores del servidor.

Uno de los casos más recordados es el del Counter Strike, juego de los más utilizados en forma online y que se mantuvo vigente por muchos años. Ahí se popularizaron cheats de toda clase que incluían robots que disparaban a la cabeza por el jugador.

Los cheats típicos son:

  • Códigos: El más básico. Puede ser ingresándolos en consolas del propio juego, escribiendo contraseñas o siguiendo una secuencia de teclas.
  • Bots: El ejemplo del Counter Strike es uno de ellos. Sistemas automatizados que ayudan a disparar o realizar diversas actividades en forma ágil.
  • Modificación de datos mientras se ejecuta el juego: Como mencionamos antes, la manipulación de datos que vuelca el juego sobre la memoria o incluso en forma física (muy poco común) es otra de las formas regulares de utilizar cheats. Se dividen en: edición de memoria (por hardware o software), inyección de código, editores de juegos guardados (típico caso de los manager de fútbol), y falsificación de tráfico de la red.

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Con el paso de los años las empresas de videojuegos han trabajado intensamente para evitar el uso de cheats. En algunos casos permiten ingresarlos pero, al detectarlos, alteran el funcionamiento del juego cambiando los personajes, impidiendo llegar al final, etc. Con la masificación de las consolas conectadas a internet y los servicios de juegos como Steam para PCs, también se han logrado otro tipo de sanciones como el reinicio de puntuaciones, expulsiones de servidores, etc.

El cheat puede venir esencialmente por algunas cuestiones: el ego, evitar el reconocimiento del fracaso como jugador y ansiedad. Ninguna de ellas es sana.