Sara comparte sus numerosos piercings

Desde Alcalá de Henares, España, Sara estuvo escribiéndonos a nuestro correo de envíos para compartir con nosotros algunos de sus numerosos piercings. Sara tiene un smiley, un tragus, un industrial, una dilatación, un piercing nasal, otro en el labio, uno en un pezón y otras 6 perforaciones en un lóbulo, por lo que no nos resulta difícil reconocer en ella una verdadera adicta a las perforaciones...Échale un vistazo a los geniales piercings de nuestra amiga Sara.

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Una temprana pasión por las perforaciones...

Comencemos hablando de las piezas que Sara tiene en sus orejas: un tragus, un industrial y varios otros en sus lóbulos. Precisamente en éstos últimos fue en donde comenzó a perforar ya desde muy pequeña. Sara nos contó que cuando era apenas una niña de 8 años, ya sabía que quería tener estas piezas y para entonces, luego de visitar algunas farmacias locales, se realizó su segunda perforación. Esto trajo consigo una marcada diferenciación entre ella y el resto de sus compañeras de clase, las cuales pronto quisieron imitarle. Sobre ésto, Sara nos dijo:

“(...) todos querían hacerlo pero sus madres no se lo permitían. En realidad me sentí mejor porque me sentía totalmente diferente y con algo distintivo a mi edad. Desde que era muy pequeña siempre me he imaginado con una cantidad de piercings y tatuajes, siempre me ha gustado el hecho de decorar mi cuerpo e incluso, cuando era muy pequeña, me pintaba los brazos simulando que éstos eran tatuajes.”

Con el paso del tiempo, esa pasión no hizo más que crecer y sus deseos, de a poco se fueron llevando a cabo. Sobre su dilatación, Sara nos dijo que ésta simplemente llegó sola con el paso de los años; en su primer agujero, ella fue añadiendo clips hasta conseguir la dilatación. Por otro lado, el tragus fue algo diferente, ella acudió con un grupo de amigos a un estudio de Madrid, en donde cada uno de ellos se realizaría una perforación. El costo de este piercing fue de 10 euros (unos 13 dólares) y las sensaciones también fueron otras:

“(...) la sensación fue un poco desagradable porque se oía un chasquido cuando la aguja me traspasó el cartílago. Recuerdo que aquel día me quedé hablando con la chica que me lo hizo para que me dijera qué curso había que hacer para ser anilladora pues, la verdad es que es uno de mis sueños, al igual que ser tatuadora.”

Para terminar con las orejas, Sara nos habló sobre su piercing industrial, del cual nos confesó que siempre había sido un piercing que le resultaba fascinante, entre otras cosas porque el agujero era doble. También nos dijo que el dolor fue mínimo, lo peor fueron los 3 meses de curación ya que para dormir traía varias complicaciones. La curación no tuvo ningún problema y costó 15 euros.

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Nasal, labio, su original smiley y un piercing en el pezón

Bien, dejando un poco de lado las perforaciones que Sara lleva en sus orejas, pasemos a su rostro. En cuanto a su piercing nasal, ella nos contó que fue su segundo piercing y que además fue un obsequio, por lo cual, además de ser muy especial, no conoce el precio. Sobre esta pieza, Sara nos cuenta algo interesante:

“Mucha gente me metía miedo para que no me lo hiciera y la verdad es que no era para tanto, me decían que la perforación de la nariz era algo muy doloroso, vas a llorar, etc., pero yo fui como toda una valiente hacia el estudio. Ni me enteré del pinchazo y desde entonces supe que si no me había dolido podría hacerme más, sin que tuviera que importarme el dolor. En ese momento comenzó mi nueva etapa, en la que me conocí a mi misma y empecé a estar mas segura con lo que quería. Para mi fue muy importante ya que era mi primer piercing que fuera de las orejas y me ilusionaba tremendamente comenzar...”

Al poco tiempo después, Sara volvió a perforarse el rostro (más allá de que le había prometido a su madre no volver a hacerlo). El piercing del labio inferior le costó 20 euros (26 dólares) y quedó más que satisfecha con él. Pero la historia no terminó allí, ya que nuevamente, algunas semanas más tarde, acordó acompañar a un amigo, quien quería hacerse un tragus, al estudio. Como imaginarán, Sara no perdió la oportunidad y ese mismo día aprovechó para hacerse el smiley, el cual fue hecho en Coslada y le costó otros 15 euros. Además, para ir culminando por hoy, Sara también se perforó un pezón. Sobre todo esto nos contó:

“Al principio, el smiley no me tenía muy segura porque tenía miedo de que me provocara alguna herida en las encías o que se me desprendiera, como le ha pasado a mucha gente. Pero por suerte, no fue así, al principio me molestaba mucho pero más tarde era como si no llevara nada, aunque recuerdo que me dolía mucho al sonreír en los primeros días, pero el dolor no duró más de 48 horas. El del pezon me lo hice en el mismo lugar en donde me hice el tragus, en Montera, y también tuvo un costo de 10 euros. Me lo hizo David, un chaval muy majo, el dolor fue ¡puff! Inexplicable. Doloroso pero con ganas de repetir y ya estoy ahorrando para perforar el otro, así que no fue tan mal trago.”

Hoy Sara tiene un total de 13 piercings y además un tatuaje, que muy pronto serán 2 y que ya nos prometió volver a compartir.

¿Qué te han parecido los piercings de Sara? ¿Te gustaría compartir los tuyos con nosotros? Pues no olvides que escribiéndonos a nuestro correo de envíos y haciéndonos llegar algunas imágenes, tú también puedes hacerlo.