Son la única mujer en una familia de más de cinco hermanos varones y aunque no tuve hermanas, realmente puedo asegurar que mis hermanos marcaron muchísimo cada etapa de mi niñez, inclusive en la adolescencia, aquí les comparto las razones por las que amo tener hermanos.
Razones por las que amo tener hermanos


1.- Siempre me protegían

Cada vez que alguien intentaba pelear conmigo, yo podía gritar fuertísimo que lo acusaría con mis hermanos, esto me llego a funcionar en más de una ocasión puesto que todos conocían su fama de ser protectores, además llegaron también a salvarme varias veces de mi Mamá, cuando corría tratando de alcanzarme para darme unas nalgadas por algo que había hecho.
2.- Mentalidad del Hombre

He escuchado a mis amigas quejarse por no entender a los hombres, algo que yo no padezco, pues aprendí con cada uno de mis hermanos como piensan, como sienten, como se comunicación y hasta la opinión que tienen de las mujeres, debo aclarar que son muy caballerosos, pero me encantaban sus explicaciones del porque las mujeres, algunas veces, nos ahogamos en un vaso de agua.
3.- Fuerza física

Cuando tienes hermanos ¡no hay otra opción! Tienes que ser fuerte físicamente, o por lo menos aprender ciertas técnicas para defenderte. Aunque yo era la menor, sus juegos siempre fueron bruscos y en más de una ocasión termine llorando por los juegos rudos. Con el tiempo aprendí tantas cosas y adquirí tanta fuerza física, que hoy puedo asegurar que si un hombre tratará de hacerme daño sabría lastimarlo sin dudarlo.
4.- Juegos de video

Jugar futbol, juegos de video y domino, no son propiamente cosas que sabemos hacer las mujeres, sin embargo cuando tienes hermanos, para poder interactuar con ellos y que te hagan participe de sus juegos, tienes que aprender todo esto y más, lo que me resulto sumamente beneficioso cuando estaba en una relación sentimental, puesto que mi novio y yo pasábamos largas horas jugando y siempre me invitaba a las reuniones con sus amigos para hacer un equipo difícil de vencer.
5.- Hermanos adultos

Aunque todo lo anterior paso durante mi niñez y adolescencia, hoy que todos somos adultos, mis hermanos no dejan de ayudarme cada vez que necesito algo, lo que ha facilitado mis mudanzas, cuando se descompone mi coche o necesito pintar mi negocio. Siempre trato de agradecerles y estar ahí también para ellos, sobre todo he sido la Tía-niñera más solicitada por los sobrinos.
Cuando tenga mis hijos, espero tener más de uno, y deseo con todo mi corazón que puedan sentir la misma hermandad que yo siento en mi familia.








