Probablemente con el nombre te diste una buena idea de qué es. Se traduce del latín como Índice de libros prohibidos. Está compuesto por un inmenso número de autores y libros que fueron considerados perjuiciosos para la fe católica y por ello fueron censurados y prohibidos. Duró desde 1564 hasta 1966, es decir, 402 años de censura. Con el transcurso del tiempo se publicaron nuevos índices actualizados que sumaban más autores y más títulos a sus listas prohibidas.
¿Qué es el Index librorum prohibitorum?


El Index librorum prohibitorum fue promulgado por el papa Pío IV durante el concilio de Trento. En esos años de conflicto religioso, ocasionado por el cisma y la Reforma Protestante, la Iglesia Católica tuvo que tomar medidas prohibitorias pues la imprenta resultó ser un medio excepcional para difundir ideas, muchas de las cuales no eran del agrado de la Iglesia.
Con el primer índice se prohibió la lectura, posesión, impresión y difusión de varios autores y libros que fueron considerados heréticos. Por supuesto, uno de los primeros en ser prohibidos fue Martín Lutero.
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Organización y contenido del Índice de libros prohibidos

El índice estaba conformado por varias secciones, una donde están los nombres de los autores cuya obra completa es prohibida, otra donde se hace una lista de obras prohibidas de ciertos autores (esto no implicaba que otras obras de un mismo autor estuvieran prohibidas) y una última sección donde se prohíbe o censuran capítulos o fragmentos de determinada obra.
Tampoco se prohibía completamente las obras, se les daba la oportunidad a los autores de rectificar sus declaraciones escritas, hacer correcciones o incluso volver a reescribir sus libros.

Aunque algunos autores ya habían muerto, como Copérnico, pero eso no evitó que se prohibieran. Un gran número de los libros prohibidos fueron títulos de divulgación científica que contradecían los dogmas católicos.
Otros eran censurados por tergiversar la historia, por ser indecentes y vulgares, por hablar mal de la Iglesia o de alguna de las figuras de culto o por hablar de la sexualidad. Algunos de los autores prohibidos más reconocidos fueron Rabelais, Jean-Paul Sartre, Émile Zola y Balzac, entre otros tantos, así como también reconocidas obras, tales como Madame Bovary, Los Miserables, Justine o los infortunios de la virtud y Julieta.
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La clausura

En 1966 el papa Pablo VI puso fin al Índice de libros prohibidos declarando que la Iglesia Católica no tenía el poder para censurar las obras que van contra la fe y la moral, sin embargo, señaló que los cristianos católicos debían evitar esas obras pues podían perjudicarlos.
Curiosamente, varios de los libros y autores prohibidos fueron eximidos con el tiempo, otros, que por cierto fueron bastante polémicos, nunca ingresaron en el índice, como Charles Darwin. Aunque ya dejó de lado su carácter inquisitivo, obras como Harry Potter, El Código Da Vinci o 50 sombras de Grey , aún se ven con malos ojos. Por lo visto se preocupan más por libros comercialmente exitosos, ya que llegan a un mayor número de lectores.
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