La Biblioteca de Alejandría fue la más importante de la antigüedad. Se estima que llegó a tener casi un millón de manuscritos. Se quemó durante un asedio de César a la ciudad, perdiendo la humanidad el mayor acervo escrito de las culturas de la época y anteriores. No se tiene claro cómo comenzó el incendio, que incluso ha sido atribuido al propio general romano. Algunas célebres hogueras alimentadas por la palabra escrita fueron detonadas por el fanatismo religioso y político. Estas son 5 terribles quemas de libros provocadas por mentes muy oscuras.
5 terribles quemas de libros provocadas por mentes muy oscuras


5. Un rey extraño porque sabía leer y escribir
El Libro de Jonás otorga a la ciudad asiria de Nínive el título de «ciudad grande». Según allí se relata, estaba emplazada cerca de la actual ciudad iraquí de Mosul. Asurbanipal fue el último rey asirio y se distinguió por saber leer y escribir, un atributo muy infrecuente entre los soberanos de la antigüedad. Como monarca preocupado por la cultura, fundó la biblioteca de Nínive, la primera de la historia que tuvo una organización por temas y épocas. La ciudad fue arrasada en el 612 a. E. C. por medos y babilonios, incluyendo la biblioteca. Lo poco que se conserva de ella fue encontrado por los arqueólogos.
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4. El cortejo de pescado de Qin Shi Huang
El emperador Qin es una de las figuras más relevantes en la historia de la milenaria China. Unificó bajo su mando los territorios del inmenso país y lo gobernó con mano de hierro entre 221 y 210 a. E. C. Fue el pionero de la construcción de la Gran Muralla. Se cuenta que, gravemente enfermo, su cuerpo olía terriblemente, por lo que su primer ministro ordenó que delante y detrás del coche real circularan sendos carros llenos de pescado, para confundir el olfato de la población. Se distinguió también por enviar a la hoguera las obras clásicas del confucianismo, mandando a enterrar vivos a los partidarios del famoso pensador.

3. La hoguera de las vanidades
Durante la segunda mitad del siglo XV vivió en Italia un fraile dominico de nombre Girolamo Savonarola, que se hizo célebre por las fogatas de libros y obras de arte que organizaba, a las que llamaba «hogueras de vanidades». Ejemplares de El Decamerón de Boccaccio y del Cancionero de Petrarca animaron el fuego. Incluso se cuenta que algunos artistas, temerosos del verbo del fraile, más incendiario que el fuego que propagaba, arrojaban ellos mismos sus obras a la hoguera, entre estos Sandro Botticelli. Savonarola se las vio feas al final. Primero fue ahorcado y luego quemado.

2. El odio de los nazis por la cultura
El arte y la literatura que tuvieran relación alguna con el judaísmo eran destruidos y prohibidos por el régimen nazi. Los autores y artistas que no pudieron huir a tiempo, fueron perseguidos y muchos exterminados en los campos de concentración.
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1. Las quemas más recientes
Los talibanes en Afganistán y los fanáticos del Estado Islámico en Siria e Irak han continuado la nefasta costumbre de destruir la producción cultural (literatura, arquitectura, escultura, pintura) en nombre de una supuesta «pureza religiosa».
¡Conocías estas 5 terribles quemas de libros provocadas por mentes oscuras? ¿Qué opinas?





