Los videojuegos japoneses más extraños

¿Qué es lo primero que se te viene a la mente cuando te mencionan Japón? En mi caso las primeras imágenes en acudir versan en torno a niños jugando al Dance Dance, anime, cosplays, lolitas y Godzilla. Por algún motivo desconocido los occidentales tendemos a ver a la cultura japonesa como una concatenación de elementos extravagantes y de dudosa legitimidad moral.

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Meras cuestiones culturales, sobre todo si tomamos en cuenta la relación peculiar que mantiene la sociedad japonesa para con la censura: muchas cosas estrictamente censuradas en occidente son elemento común en la cultura nipona. Para ver un poco más de esto puedes leer sobre los juegos más controversiales de la historia.

Naturalmente, está (para nosotros) rara visión del mundo también se traslada a los videojuegos. Hoy te acercamos un racconto de los cinco videojuegos japoneses más extraños, sólo para demostrar un punto.

Takeshi’s Challenge

La consola famicom nos dejó muchos clásicos del gaming… lamentablemente este no es uno de ellos. De hecho, Takeshi’s Challenge es considerado uno de los peores videojuegos de la historia, hecho por alguien que detestaba profundamente los videojuegos y lo único que buscaba era que el jugador se sintiera despreciado.

El objetivo de Takeshi’s Challenge es golpear policías, ancianas y gangsters. Además de renunciar a tu trabajo y divorciarte. Oh Japón…

Hatoful Boyfriend

Hatoful Boyfriend es un juego que data del 2011 y que se centra las tradiciones familiares y el amor donde deberás encontrar a tu pareja ideal y presentarla antes tus padres antes de navidad. Todo esto sería de los más común si no fuera por el detalle de que eres un individuo enamorado de las palomas… sí… en el juego deberás buscar diferentes palomas hasta encontrar tu amor verdadero y presentarlo a tus padres…

Cho Aniki Zero

¿Homo erotismo?, sí claro, un tema recurrente en los videojuegos japoneses. Todo comenzó en 1995 con Cho Aniki Zero, un título de combate galáctico donde los protagonistas deben recoger semen para poder derrotar al malvado Blazac. Y no pienso explicar más al respecto.

LSD: Dream Emulator

Uno de los videojuegos más extraños que he visto en mi vida, pero también uno de los más interesantes… al menos los primeros 15 minutos. Dream Emulator es, como su nombre lo indica, un emulador de la fase REM del sueño, basado en el diario personal de uno de los desarrolladores.

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El título nos permite una total libertad de acción: podemos movernos, trepar paredes y explorar los diferentes escenarios, aunque nunca hagamos ningún progreso real. De hecho, cada vez que iniciamos un nuevo juego o retomamos un punto anterior, aparecemos en un escenario completamente distinto. ¡Genial!... creo.

Muscle March

¡Santa Madre de Tokyo!, nada está dicho nunca cuando se trata de desarrolladores japoneses. Muscle March es un título disponible para Wii y cuyo mando debemos utilizar para atrapar nuestro objetivo en una interminable fila conga de fisicoculturistas. Como puedes apreciar en el video, tenemos varios modelos para elegir además de, por supuesto, un oso polar.

¿Conocías algunos de estos videojuegos japoneses?, déjanos tu impresión en la sección de comentarios.