Uno de los hechos históricos más emblemáticos de España es el bombardeo de la población de Guernica, llevado a cabo en 1937 por las fuerzas alemanas e italianas en plena Guerra Civil Española. Este acontecimiento tuvo como principal repercusión la muerte de casi 130 civiles que trataban de resguardar sus vidas de un día fatídico.
La historia de cómo el Guernica ayudó a luchar contra el fascismo


Además de la muerte, desolación y desgracia del bombardeo, también trajo consigo un movimiento propagandístico tan fuerte que ayudaría dar a conocer lo sucedido en Guernica, estuvo liderado por Pablo Picasso a través de su obra, Guernica, la cual daría nombre a las víctimas y señalaría una clara postura contra un gobierno fascista y totalitarista.
El arte y la política

Al poco tiempo del bombardeo se planificó la Exposición Internacional de París en 1937 con temas relacionados con el arte y la tecnología, y que también serviría como catapulta para dar el mensaje de promover la paz.
Debido a los costos de la exposición, se construirían edificios temporales para resguardar las obras. Cada una de estas construcciones estaría dividida en pabellones, los cuales se organizarían los países participantes.
Picasso fue uno de los artistas invitados para realizar una obra que apoyara a la Segunda República de España, por lo cual, influenciado por la brutalidad de los bombardeos de Guernica, el arte de Picasso y del resto de los artistas, estaría caracterizada por un fuerte componente propagandístico.
Lo curioso es que, se estima que antes de este acontecimiento, Picasso mostraba una relación distante con el gobierno sin tener mayor participación en la política. Sin embargo, esto cambiaría drásticamente a tal punto de, luego de finalizada la obra, formaría parte de las filas de grupos izquierdistas.
La obra
Según expertos, Guernica, a primera vista, no tiene una relación directa con el bombardeo o con los espacios del lugar, pero es una pintura plagada de simbolismo. Hay una mujer con su hijo muerto en brazos, un hombre implorando (el cual hace alusión al ruego para que los aviones cesaran el ataque), un caballo en tierra, el guerrero herido y una paloma casi imperceptible que representa la paz rota. Estos y más componentes hablan con fuerza sobre la brutalidad de Franco y sus aliados sobre la sociedad civil.
Al momento de la exhibición, Picasso no fue el único que realizó obras relacionadas a Guernica; también lo hicieron compatriotas como Joan Miró, Alberto Sánchez Pérez, Julio González y el estadounidense Alexander Calder.
Gracias a la mala calidad de los materiales proporcionados para la elaboración de las obras, algunas de ellas fueron destruidas, como la realizada por Miró. Sin embargo, el Guernica no corrió con la misma suerte debido al consentimiento de Picasso de llevar la pintura a Londres y luego a Nueva York. Permanecería en el MoMA en los 40, (cuando estaba ya instaurada la dictadura de Franco), hasta que España pudiera regresar a su estatus de país libre.
Repercusiones
Picasso hizo una fuerte declaración ante los movimientos totalitaristas y al terror de los habitantes de Guernica. Gracias a ello la obra sería reconocida, tiempo después, como la más importante e influyente del siglo XX.
Con Guernica, Picasso dio a entender que el arte también podía convertirse en una herramienta que comunicara pensamientos y sentimientos con fuerza. Fue una manera de decir que los artistas no podían obviar sobre los hechos que suceden alrededor y que, por ende, también tienen que manifestarse y ser canal de los desprotegidos.
¿Conocías la historia del Guernica?









