Famosos con trastorno obsesivo compulsivo

El trastorno obsesivo compulsivo es una enfermedad mental. Hay muchos famosos que lo padecen pero, al no ser una enfermedad incapacitante cuando está bajo tratamiento, no nos damos cuenta de quiénes lo sufren.

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Puede manifestarse por la obsesión con la limpieza, con el orden, o guardar cosas por montón. No significa que estén locos, pues los famosos con este desorden saben que tienen un problema.

Megan Fox dijo a la revista Allure año pasado que tiene transtorno obsesivo compulsivo. "Esta es una enfermedad que, por ejemplo, no me deja usar baños públicos, siempre siento temor por las bacterias, tampoco puedo usar los cubiertos de un restaurante” Dice que estas obsesiones pueden hacer más difícil la vida diaria y la relación con las demás personas.

Katy Perry ha dicho que tiene la enfermedad. "Los animales domésticos y que anden cerca de mi me obsesionan, no puedo estar cerca de cristales sucios o con marcas de dedos, cuando veo eso me falta la respiración y salto a limpiarlo”

Charlize Theron se fija en los gabinetes. " En realidad tengo un problema grave de trastorno obsesivo-compulsivo", dijo. " Tengo un problema con los gabinetes sucios, no me gustan las puertas abiertas”. En la noche dice que no se puede dormir si se acuerda que ha quedado algún gabinete o alguna puerta abierta.

Jennifer Love Hewitt piensa que heredó su trastorno de su madre. "Mi madre contaba sus pasos al caminar, yo no puedo dormir si se que hay algo sucio en la casa, o gabinetes abiertos”. Dice que es algo muy extraño que asusta y molesta a las personas que acaban de conocerla.

Jessica Alba dice que tiene temor de que alguien haya dormido en su cama cuando ella no está en casa. Esto es una molestia porque viaja mucho y cuando llega a casa, no encuentra paz. Y cuando está de viaje es lo mismo, pues no se siente cómoda en las camas de los hoteles. Cuando llega a una habiación rocia la cama y las almohadas con algún spray antibacteriano.

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Cameron Diaz mantiene su casa impecable, y dice que tiene que lavarse constantemente las manos. También se niega a tocar picaportes o tiradores. "Tengo miedo de los gérmenes. Estoy pendiente de ellos ", dice Díaz. "No me gustan los fluidos de otras personas a menos que las conozca muy bien”. Dice que esto la hace parecer insensible ante las lagrimas o ante los enfermos, pero es algo que no puede evitar.