Las lecciones de maternidad de la reina Isabel II también pasarán a Meghan Markle. Como esposa del príncipe Harry y duquesa de Sussex, la encantadora exactriz deberá acatar algunas normas no escritas que el protocolo real indica para aquellas integrantes de la realeza que se conviertan en madres. Por fortuna, los tiempos han cambiado y el cuidado de los hijos se ha vuelto más natural dentro de la realeza.
Esto es de lo que Meghan Markle podrá disfrutar con sus futuros bebés gracias a la reina Isabel

Isabel II fue pionera en algunos hábitos de crianza real: llevaba a sus hijos a la escuela por su propio de pie, procuraba llegar a tiempo para bañarlos y por supuesto, fue la primera monarca en insistir en la lactancia materna para sus herederos.

Autores expertos en realeza británica como Sally Bedell Smith, citan que desde el nacimiento del Príncipe Charles, la entonces princesa Isabel acogió a su primogénito para fomentar el vínculo materno filial y darle pecho.
Suena como una escena de lo más natural, pero pensando en el protocolo de la corona inglesa a finales de la década de 1940 fue un gesto escandaloso para muchas mujeres cercanas a la corona. Por ejemplo, autores como el escritor y biógrafo real Christopher Warwick dicen que la hermana de Isabel, la princesa Margarita, prefirió desde un principio asignar una nodriza para sus dos hijos.

Algunas damas de la nobleza en aquel entonces crecieron con la idea de que amamantar no era conveniente ni práctico, muchas incluso llegaron a pensar que era dañino para la salud basándose en dichos de antaño.
Por si fuera poco, también se creía que la leche materna se cuajaría si se se reanudaban las relaciones sexuales antes del destete, y como en la antigüedad era prioridad concebir más de un heredero en poco tiempo por la amplia tasa de mortalidad en infantes, la casa real siempre estaba preparada con un equipo de nodrizas.

A pesar de estos prejuicios arraigados, tanto Margarita como Isabel fueron amamantadas en su momento por la reina Isabel Bowes-Lyon (reina madre), quien fue el principal apoyo de la joven Isabel II para seguir con esta tradición.
La soberana inglesa practicó la lactancia con todos sus descendientes y posteriormente la corona le dio el poder para convertir esto en una tradición protocolaria de rigor.
Para cualquier madre real ahora es prioritario el amamantamiento por parte de ella y sólo se utilizan nodrizas en casos extremadamente necesarios.

Con el enfoque de pensamiento feminista que Meghan Markle conserva a pesar de su nuevo rango, sabemos que la lactancia será algo de lo que disfrutará mucho con sus futuros hijos.
Quizás por estos pequeños detalles y reflexiones es que la duquesa de Sussex y la reina Isabel II se han vuelto tan grandes amigas. A ambas les preocupa hacer una diferencia importante para el papel femenino en la sociedad.
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