Este supermercado en Shanghai vende artículos vacíos, ¿de qué se trata?

Por fuera, parece un supermercado más. Las góndolas se encuentran atestadas de artículos de todo tipo: comida, limpieza, higiene. Uno puede entrar, comprar cualquier producto y pagar por él como en todos los locales de venta.

Sin embargo, aquellos que presten atención se darán cuenta de una cosa: todos los artículos vendidos están vacíos.

De Colgate a Pepsi, el consumidor encuentra en las estanterías del local las marcas más conocidas. Pero ninguna de ellas contiene algo más que aire.

Se trata, en realidad, de una instalación de arte, creada y llevada a cabo por el artista Xu Zhen.

La idea de Xu Zhen es llevarnos a reflexionar sobre el envoltorio, y sobre el hecho de que, cuando compramos, el envoltorio juega un rol muy importante en nuestra decisión, a pesar de que éste no define en absoluto aquello que en verdad vamos a consumir: el contenido.

Al "vender" artículos vacíos, pero tan bien recreados que incluso engañan a algunas personas, Xu Zhen nos interroga sobre nuestra manera de comprar y de gastar. Si el envoltorio es bonito, ¿tendemos a creer que el contenido será mejor, más delicioso, más sano, que el de un artículo más simple?

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Según los periodistas de  Time Out Shanghai, algunas personas efectivamente entran en el supermercado pensando que se trata de un local de venta normal. Por lo general, una vez que se dan cuenta de que los productos están vacíos, se van un poco confundidos, pero no antes de que se les entregue un volante con información sobre la instalación.

Por si a alguien le quedan dudas, el eslógan del local es " ¡Llena el vacío!", haciendo alusión de manera brillante al objetivo de la instalación.

La "normalidad" de la instalación tiene su razón de ser. En efecto, el "supermercado" se encuentra en una calle llena de negocios y los artículos tienen sus precios marcados en etiquetas como en cualquier local de venta. Además, el falso negocio tiene un cajero o cajera, y está abierto todos los días, de 7 de la mañana a la medianoche.

En algunos países encontramos cada vez más locales que venden comida sin envoltorio: los clientes deben traer recipientes o frascos con ellos para poder comprar cómodamente. Este tipo de iniciativas son aplaudidas ya que ayudan a reducir la producción de basura. El experimento de Xu Zhen, que desarticula la manera en que nos guiamos por lo vistoso de un envoltorio, es un argumento más para seguir apoyando este tipo de iniciativas.

¿Qué te parece esta idea?

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