Resident Evil es una de las franquicias más queridas por los gamers. Tuvo un comienzo bastante exitoso pero los juegos recientes han perdido tanto el rumbo que los fans han abandonado toda esperanza. Ahora vive como un zombi (y no en el buen sentido de la palabra) entre la vida y la muerte, sin cerebro, sin alma. Un viejo cascarón de sus antiguas glorias. ¿Pero por qué sucedió esto? A continuación lo sabrás.
Entérate de 5 cosas que dieron muerte a Resident Evil

#5 Cabos sueltos
En los primeros juegos la historia dejaba referencias a personajes e hilos argumentales, se hablaba de una tal Ada y de un Birkin que luego aparecerían en posteriores entregas. La mayoría de los cabos quedaban atados en el juego siguiente, que a veces dejaba otros sueltos pero no tantos. Desde Resident Evil 4 empezó a haber un exceso de elementos narrativos que no se tocaban en la secuela. Mucho de este material se presentaba en misiones extra, como la misteriosa empresa en la que trabajaba realmente Ada, o las muchas otras en las que trabajó Albert Wesker, o qué sucedió con Hunk, Claire y gran parte del elenco de Resident Evil: Revelations.
El objetivo de esto es generar expectativa y también hacer más grande la historia. El problema fue que en cada entrega esta historia “más grande” que se encuentra detrás de bambalinas es ignorada o apenas tocada. Esto nos da la impresión de que se sacan las cosas de la manga y esperan unirlas después en alguna nueva historia. Hubiera sido mejor que planificaran toda la historia en conjunto en vez de armarla a medida que se les ocurrían las ideas.
#4 Personajes… más personajes
Es cierto que hay que darle vida y diversidad a los juegos con nuevas caras. Pero Resident Evil apenas te deja conocer algunos cuando te introduce otros para no volver a hablar de los anteriores. A muchos nos gustaría saber qué pasó con Rebecca Chambers, con Billy Coen o con Ark Thompson. En el reciente Resident Evil Revelations 2, Capcom buscó reintroducir a viejos personajes. Pero más que eso sería interesante saber qué ha sido de ellos en su vida cotidiana antes de enfrentarse a hordas de monstruos. Qué problemas psicológicos han tenido, quiénes se han tentado a dejarlo todo, si fuman, beben, qué les gusta… Si se diera más profundidad en los personajes existentes en vez de agregar nuevos nombres, Resident Evil gozaría de renovada fuerza.
#3 Los jefes finales y los villanos
El problema de los jefes finales. Recordemos quiénes fueron en los primeros títulos: el Tyrant, Mister X, Birkin G, Némesis. Ahora tenemos, desde el Code: Verónica, que nuestros villanos se mutan a sí mismos para acabar con nuestros héroes. Ninguna persona en su sano juicio haría eso, y no muchos de los principales villanos parecen locos. El resultado de esto es que en cada entrega se presenta un villano nuevo del que nunca habíamos escuchado hablar, pero que se la pasó toda su vida haciendo experimentos científicos que culminarían en un arrebato de ira, una inyección de virus letal, varios balazos y un tiro de bazooka. Wesker probó ser un gran villano porque duró varias entregas moviendo los hilos desde la oscuridad, hasta que se le vino a la mente inyectarse el Uroboros. Wesker se merecía por mucho ser el jefe final, pero como ya hubiera sido el colmo revivirlo de nuevo, le inventaron una familia de hermanos clon, y hasta un hijo.
#2 Virus A, B, C, D… ¿qué sigue?
El virus T fue un gran avance científico. Llevó varias décadas de ardua investigación. El resultado: un virus capaz de alterar la genética, tanto de células animales como vegetales y además reanimar a los muertos, crear nuevas especies de monstruos, avispas y gusanos gigantes; un virus que es altamente peligroso e infeccioso. A la par de este hallazgo, un joven brillante desarrolló un virus experimental, mucho más poderoso que el T ya que mutaba de forma inestable.
Pero años después se encontró, por pura casualidad, un parásito en España capaz de mutar a sus huéspedes y también controlarlos como hormigas. Y en menos de 5 años metieron todos los virus habidos y por haber en una licuadora y originaron el Uroboros y el virus C. Es posible que luego mezclen todos los virus otra vez para crear uno nuevo que promete ser el “definitivo”... y así cada vez resulta menos creíble el nuevo virus. Capcom debió quedarse con un conjunto definido de virus que usar: si el T tardó tanto los nuevos no deberían salir como del microondas.
#1 Luces, cámara… ¡Acción!
¿Recuerdas esos momentos cuando caminabas por Raccoon City, escapando de hordas de monstruos por no desperdiciar municiones, o cómo rezabas porque en la Mansión Spencer no te sorprendiera un Hunter? ¿Recuerdas esa sensación de soledad y desolación, el miedo que te provocaban las habitaciones poco iluminadas o las chirriantes bisagras de una ventana abierta? ¿Y qué hay de los relámpagos, el gemido distante, los pasos arrastrados, los gruñidos? Todas esas sensaciones solo las encuentras en los primeros títulos.
Ahora sólo debes preocuparte por enchular tu arma al máximo, apuntar a la cabeza y disparar, o lanzarte desde una ventana con estilo y acribillar a tus asaltantes, que por cierto van armados también, desde una tabla con un clavo hasta motosierras dobles (una envidia para Leatherface) y lanza misiles. Por eso ha sido tan criticado el abuso de la acción. Miras al primer Resident Evil y luego al último y lo primero que te preguntas es ¿qué pasó? Si no son el mismo. En verdad, no lo son.
¿Qué opciones tiene Resident Evil para revivir? Puede volver de las cenizas como un reboot o contar viejas historias ambientadas a finales de los 90 o principios del 2000 con personajes olvidados. Muchos piensan que con que continúe la historia pero con las debidas correcciones bastaría, pero la historia de Resident Evil fue llevada a tales extremos que resulta absurda, a menos que pidan prestado al Wolverine de X-Men: Days of Future Past para que regrese al pasado y borre los últimos juegos (total, si de absurdos se trata...).
¿Qué opinan ustedes? ¿Tiene todavía salvación? ¿Es alguna de estas opciones o alguna otra que quieras compartirnos? Queremos conocer tus comentarios.








