Los desnudos de Kim Kardashian ya no nos sorprenden, pues se han hecho moneda corriente.
Emily Ratajkowski y Kim Kardashian se desnudan para dar un mensaje que TODAS deberíamos conocer

En los últimos días, la noticia era el nuevo topless que Kim Kardashian hizo junto a Emily Ratajkowski, la modelo de Blurred Lines, lo que se convirtió en la segunda vez que Kim mostró su cuerpo en menos de un mes.
No es necesario que lo cuente para que sepas que esta foto, subida a las cuentas de Twitter de ambas, se viralizó.
When we're like...we both have nothing to wear LOL @emrata pic.twitter.com/j52pX8ihOz
— Kim Kardashian West (@KimKardashian) March 30, 2016
Mientras Kim lo tomó con algo de humor
“Cuando estamos como… ambas no tenemos nada para usar LOL @emrata“
Emily aprovechó para dar un mensaje alegando el derecho de las mujeres a expresar y disfrutar de su libertad sexual.
We are more than just our bodies, but that doesn't mean we have to be shamed for them or our sexuality. #liberated
— Emily Ratajkowski (@emrata) March 30, 2016
"Somos más que nuestros cuerpos, pero eso no significa que tenemos que avergonzarnos de ellos o de nuestra sexualidad. #Liberada”
Ahora bien…un poco de historia
https://instagram.com/p/7Ffv7JugFy/
No sé si lo sabías, pero a lo largo de la historia la mujer fue (y actualmente lo es en muchas culturas del mundo) un objeto cuya única función era adornar un hogar (y con esto me refiero a que ella era parte de la decoración), enorgullecer a su esposo y servir a este y a sus hijos (porque sí o sí debía tenerlos).
La mujer no pensaba, la mujer no hablaba, y si hablaba, a nadie le parecía importante. La mujer solo tenía que ser servicial y bella.
Aunque anteriormente hubo excepciones, fue entre finales de siglo XIX y comienzos del XX que el género femenino comenzó a levantar la voz. Las mujeres no querían ser una cara bonita, no querían ser un cuerpo perfecto: querían demostrar que eran tan intelectualmente valiosas como cualquier hombre. Y así, esas mujeres, que luego pasaríamos a reconocer como feministas ( es importante entender qué significa realmente este término), lograron cosas por las cuales deberíamos estar eternamente agradecidas.
La mujer estaba dejando de ser un objeto decorativo, la mujer estaba demostrando que podía pensar, demostrando que podía crear, que podía ser, más allá de un marido.
Tampoco sé si lo sabías, (y si no les recomiendo el documental París, los locos años 20) en la década anhelada por los artistas de nuestro siglo, las mujeres se revolucionaron y expresaron su libertad sexual. Más bien el mundo entero comenzó a desinhibirse, porque la sociedad de posguerra ya no quería más represiones, la sociedad que había sufrido todas las limitaciones y catástrofes de la Primera Guerra Mundial ahora solo quería ser libre. Y las mujeres, sobre todo las francesas, despertaron de la época oscura con todo.
Las luchas de nuestra época

Ahora las mujeres podemos votar, las mujeres podemos elegir entre ser madres y esposas, entre ser parte del mundo del trabajo o entre, como muchas malabaristas lo hacen, combinar los dos mundos.
Pero las mujeres seguimos teniendo una dificultad (aunque por suerte creo que está disminuyendo): no logramos que nos tomen en serio en un mundo que triste e injustamente sigue siendo dominado por los hombres. Si será así, que todavía (estemos de acuerdo o no) Emma Watson y muchas mujeres más siguen luchando por la representatividad femenina y en muchos lugares del mundo se le sigue pagando menos a la mujer.
¿Recuerdan lo que mencioné sobre París de los años 20? Desde esa época en adelante (mientras muchas luchaban por la igualdad) la mujer se transformó en un cuerpo sexy y un rostro bonito, perfecta para un mundo emergente: el publicitario.
Para vender, se elegían a mujeres prototípicamente hermosas, la modelo perfecta que todas querían ser y por las cuales iban a comprar todo lo que ellas recomendaran. ¿Les parece que hoy algo cambió?
El modelo de mujer bonita que las pantallas, las revistas y los carteles establecieron, marcó también el mundo del mercado laboral. Tanto así, que un estudio que la Universidad de Essex (uno entre tantos) presentó en 2013, asegura que si tienes una cara bonita, entonces tu carrera laboral será exitosa. Este dato no surgió de una mera opinión, sino que los estudiosos siguieron la vida laboral de más de 8000 personas por 35 años (es un prejuicio que también persigue a los hombres).
Entonces, queridas Emily y Kim
Sí, su libertad sexual (nuestra libertad sexual) debe ir más allá de todos los tabúes que se han impuesto a lo largo de todos estos milenios. El cuerpo humano es parte de la naturaleza y no debería ser un horror cada vez que uno lo piensa, lo ve, lo siente o le saca una foto.
Pero, no debemos dejar que la belleza de nuestro cuerpo sea lo que nos abra puertas. No debemos dejar que nos midan de acuerdo al tamaño de nuestros pechos, a la rigidez de nuestro abdomen o a las facciones de nuestro rostro.
¡No! ¡Que tu cuerpo sea un medio de expresión, pero no un medio de intercambio!
Debemos lograr que la libertad en la vida se gane por nuestros pensamientos, por nuestras capacidades, por nuestra creatividad, por nuestras virtudes reales. Debemos lograr que se nos respete, que la cuota de representatividad femenina ya no sea necesaria, que el éxito laboral y de vida no dependa de la foto de nuestro curriculum o de nuestras redes sociales. Debemos hacer cosas que cambien el mundo, pero de verdad.
Y sí, vuelvo a repetirlo, la libertad sexual debería ser uno de los motivos de lucha, pero la sexualidad no debería ser una herramienta para crecer.
¡Mujeres, nosotras podemos. Somos más que una cara bonita!









