El Principito, una marca no solo en la piel

Un clásico entre los clásicos de la literatura es El Principito, creado por el escritor francés Antoine de Saint-Exupéry en 1943, pero que aún hoy en día es leído por primera vez por muchos niños y vuelto a leer por muchos ya adultos. Este relato corto tiene la apariencia, lenguaje y estilo propio de un libro infantil pero detrás de cada palabra se oculta una metáfora que puede hacer reflexionar profundamente a quien esté en madurez de hacerlo.

PUBLICIDAD

Todo comienza cuando un pequeño ser de un planeta lejano llega a nuestro planeta Tierra y se encuentra con un aviador extraviado en medio del Sahara. A partir de este encuentro se generan diálogos en el que el Principito le cuenta al aviador lo que ocurre en otros planetas a los que ha viajado que, oh casualidad, se identifican con ciertos esterotipos con los que coexistimos diariamente. De esta manera es como se desarrolla una crítica sarcástica a los “adultos” puesto que el Principito lo ve todo desde la visión inocente e ingenua de un niño.

Sin lugar a dudas es un relato que ha marcado y sigue marcando la vida de muchos lectores. Si no cuando fueron niños, de grandes. Además la tierna imagen que se ha recreado de este personaje ya es un ícono mundial. Representa una visión crítica del mundo en que vivimos pero desde una mirada inocente y positiva.

Es por estos motivos que un gran número de personas decide llevar en su piel tatuado a este pequeño personaje, con su pelo rubio y su capa azul. También tiene lugar en la piel de sus fanáticos los conocidos baobabs, los árboles propios del planeta dónde vivía el Principito.

Aquí dejo diseños de tatuajes que llevan como motivo a esta pequeñita pero respetada figura de la literatura.