Haciendo limpieza general en mi cuarto encontré una cajita donde guardo los recuerdos de mi adolescencia. La abrí y reí con muchas cosas que hallé ahí.
Cosas que añoramos de la adolescencia


Luego llegué a una conclusión: aunque borramos de nuestra mente algunos recuerdos porque son demasiado vergonzosos o dolorosos, añoramos muchas cosas de esa época. Tal vez no sea tu caso, pero si te identificas con algunas ¡bienvenida seas al club!
Nuestras 'garras'

La fotografía de la secundaria me hizo pensar ¿quién es esa de la foto? Mis brackets saltaban a la vista como iluminando todo el lugar (o por lo menos ese era el efecto que le daba el flash de la cámara); mi peinado era chistoso -y créanme que no exagero- y tenía un gusto 'peculiar' en el tema de la moda. Aunque en ese sentido, no me da tanta vergüenza porque todas andábamos iguales.
Pero claro, yo aún tenía que usar mis zapatos ortopédicos porque mi pie plano no se había corregido...
Las fiestas y los bailes locos

Entonces organizábamos fiestas en la cochera de mi casa, con una grabadora y cinco invitados. Recuerdo que la gente no sabía si estábamos bailando o nos estaba dando algún tipo de shock eléctrico.
Tal vez las cosas más sencillas son las que nos dejan los mejores recuerdos, algo penosos, pero buenos al fin y al cabo.
Las amigas

Y como olvidarnos de las mejores amigas... estuve leyendo las cartas que nos enviábamos y en cada una de ellas se leen cosas como “siempre serás mi mejor amiga” o “seguiremos juntas por siempre”.
Debo confesar que después de la secundaria ya nunca volvimos a vernos y aunque nos topamos un par de ocasiones, no pasó de un saludo efusivo y un hasta luego. Pero leer esas cartas me hizo sonreír mucho, ¡que bárbaras! La efusividad a todo lo que daba, creo que era algo normal en nuestra etapa de la adolescencia.
El primer amor

Este es un tema que me da un poco de pena platicar, pues el primer amor implica también la primera decepción, y a esa edad el mundo se derrumba de tal manera y con tal magnitud, que recordarlo ahora hasta duele un poco.
No olvido a mi primer novio, el primer muñeco de peluche que me regaló y la canción que me dedicó (que obvio yo escuché mil veces en mi cuarto).
Pero el amor duró solo un mes y entonces vino la tristeza. Mis amigas me consolaban, yo no quería comer y repetía una y otra vez la misma canción.
Y tú, ¿qué recuerdos tienes de tu adolescencia?






