El mundo entero ha sufrido la destrucción de las guerras. Ver niños bajo la violencia y carencias es de lo que más duele, porque viven la situación sin poder escapar o saber siquiera qué está sucediendo. Desde hace muchas décadas hemos visto relatos de aquellos más jóvenes viviendo de la peor forma. Con el relato de Ana Frank en la Segunda Guerra Mundial hemos visto que aquellos de menor edad a veces son quienes escriben mejor al respecto, debido a la sinceridad y pureza de sus reivindicaciones.
Bana al-Abed: la niña siria que publicó un libro sobre su experiencia en la guerra

Bana al-Abed se preguntó un día si el mundo sabía lo que ellos vivían y con la ayuda de su madre comenzó a escribir una serie de tuits. Su mensaje llegó al resto de los países que pudieron conocer de primera mano los conflictos, la destrucción y las carencias. Al igual que Malala, quien ha dado su apoyo a Bana, tuvo que dejar sus estudios.
Su temprana carrera en la escritura
I... Hate... War. And the world has forgotten us.. Aleppo pic.twitter.com/yeTjREZWmj
— Bana Alabed (@AlabedBana) September 24, 2016
La escuela a la que asistía Bana al-Abed fue bombardeada por lo que obviamente no tenía dónde estudiar. A través de su historia en las redes supimos que le gusta leer, motivo por el que J.K Rowling le regaló los libros de Harry Potter de los cuales es fanática. Así fue perdió su lugar de estudios:
Estaba aprendiendo en la escuela y un avión de guerra estaba en el cielo. Mi profesora nos dijo que nos fuéramos a casa porque era peligroso. Cuando nos estábamos yendo, escuchamos una gran bomba y corrimos.
Querido mundo
After tweeting about life in war-torn Aleppo, 8-year-old Bana Alabed is now back in school — and writing a book. https://t.co/VeLydDQEJr pic.twitter.com/06dF1IK8dj
— Malala Fund (@MalalaFund) October 3, 2017
Con todas sus experiencias y relatos en Twitter, la niña comenzó ahora su camino como escritora. Fue publicado recientemente su libro Dear World: A Syrian Girl’s Story of War and Plea for Peace ( Querido mundo: la historia de una niña siria de guerra y petición por la paz). Muchas de las ilustraciones en el libro son hechas por ella misma, dado que disfruta mucho de dibujar.
Hoy en día vive en Turquía, a donde se mudó su familia, y regresó a la escuela después de un tiempo donde tuvo que estudiar en casa junto con su madre. Está muy agradecida con ella y quiere convertirse en maestra también. Mientras tanto disfruta de las matemáticas y quiere contar al mundo lo que vivió.
Al igual que Malala Yousafzai, su deseo es que todos los niños puedan continuar sus estudios. Es por eso que 5 mil dólares de lo recaudado en las ventas será donado a la fundación de Malala. Ambas son ejemplos para el mundo y para lograr que la paz sea un objetivo que todos busquemos, sin sufrimiento de ninguna persona y con la posibilidad de que los jóvenes continúen sus estudios y formación.








